miércoles, 7 de mayo de 2008

El aborto y la hipocresía española

En el día de ayer, la Mesa del Congreso admitía a trámite una propuesta de ERC, IPC e IU (5 escaños) para que se debatiera en una subcomisión dentro de la Comisión de Igualdad la ampliación de los supuestos y plazos de aborto. Ésta es la primera propuesta. El PP se ha opuesto, a través del Vicepresidente Tercero del Congreso, jorge Fernández Díaz. Pero se ha opuesto porque el PP quiere que se debata en la Comisión de Justicia.

La diferencia no es baladí. El PP pretende circunscribir el debate en círculos jurídicos y la izquierda, incluida el PSOE, aunque a través de la comparsa ERC, IPC, IU, quieren llevarlo al terreno de lo social.

El debate es necesario, y espero que de una vez por todas el PP tenga una posición clara al respecto y no haga como hasta ahora, votar en contra de una ley (Ley del Aborto) y cuando tiene responsabilidades de gobierno la mantiene. Eso es hipocresía.

Pero si de hipocresía se trata, más hipócrita es establecer determinados supuestos en los que legalmente se puede interrumplir voluntariamente un embarazo (vamos, que es legal matar) y además se establecen plazos legales para hacerlo.

En cuanto a los supuestos, cabe decir que existen cuatro situaciones en los que la sociedad moralmente establece que matar un ser vivo es legal, a saber: malformación del feto, embarazo a causa de una violación, riesgo para la vida de la madre y un cuarto supuesto que afecta al estado sicológico de la madre ante el embarazo. En realidad, las cifras oficiales dicen que los abortos practicados en España, legalmente se ajustan en un 95% al cuarto supuesto, que en la práctica supone el aborto libre en las primeras semanas.

Ahora viene lo más hipócrita de todo: el periodo a partir del cual es legal hacerlo o no (me refiero a matar al no nacido). El límite temporal se mide en semanas, concretamente 12 semanas, que es una medida médica tan burda como útil a efectos de controlar la evolución de un proceso continuo que es un embarazo que, aproximadamente dura cuarenta semanas a contar nadie sabe a partir de cuándo.

Esta medida burda de las semanas es la medida legal utilizada: 12 semanas. ¿Qué ocurre 12 semanas y un día después para que ese feto tenga derecho a vivir?¿Qué ocurre 12 semanas menos un día para que ese mismo feto no tenga ningún derecho? Fisiológicamente, clínicamente, científicamente, nada, políticamente, socialmente, jurídicamente, todo.

Jamás he visto tanta hipocresía junta. Aceptamos moralmente matar porque unos políticos deciden cuándo es legal o no hacerlo.

Puedo entender que la izquierda valore la vida como tracidionalmente lo ha hecho: supeditarla a intereses políticos. Se pretende dar supremaciá al derecho de la madre a tomar una decisión que no solo le afecta a ella, frente a la protección de un ser indefenso a que pueda seguir viviendo. Esto es tradicional en la izquierda desde que se conformó. Pero, ¿qué opina el PP? Si el aborto es libre, seamos valientes y digámoslo: fuera supuestos estúpidos que lo único que favorecen son las prácticas ilegales y fuera los plazos estúpidos para lavar conciencias aún más estúpidas.

Pero si estamos de acuerdo en que cuando un embarazo es confirmado, el embrión es vida con derecho inherente y preexistente (pensamiento liberal) y que el Estado debe proteger, ningún supuesto salvo el riesgo de vida para la madre es justificable.

En este supuesto, no cabe establecer plazo ninguno (esto no es católico, y por tanto también estoy en contra, pero políticamente se trataría de preservar una vida a costa de otra cuando las dos no se pueden asegurar), pero en el resto de supuestos no existe justificación alguna para que el Estado no proteja los derechos que le corresponden a un no nacido. Y en este tema no caben medias tintas ni posiciones ambiguas.

La vida se debe proteger desde que ésta existe. Un embrión es vida, y una sociedad que se autolegitima para acabar con esa vida se autolegitima para acabar con otras vidas, por ejemplo las de los enfermos terminales que, supongo será la próxima iniciativa de estos pacifistas de pacotilla, moralmente rastreros, o la de personas con dolencias crónicas que no cumplan los requisitos que la izquierda establezca, p.e. personas con síndrome de Dawn, escleróticos, etc, en fin, muy al estilo de Hitler con la supremacía de la raza blanca pero en sano. El melón moral de la muerte legal estaría abierto y seguro que encontramos justificaciones hipócritas que permitan legislar en ese sentido.

Solo espero que el PP fije clara su posición, que nadie nos llevemos a engaño y que el PP no se vea arrastrado, como tantas veces, a tomar decisiones marcadas desde la supuesta superioridad moral de la izquierda. Ser progresista no es matar al indefenso, antiguamente eso se llamaba cobardía.

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