jueves, 18 de diciembre de 2008

De los belenes y los crucifijos

La señora fiscala se sentía ofendida por observar cada día el belén en la sede de la Fiscalía General del Estado. El señor de Valladolid, amigo de terroristas, le molestaba que si hijo asistiera a una clase donde se encontraba expuesto un crucifijo.

Sin embargo ver por la calle a una musulmana cómo ostenta los símbolos de su religión favorece la multiculturalidad. Las cabalgatas de los Reyes Magos pasarán a ser cabalgatas laicas, como los bautizos. No queda mucho antes de que veamos en la Cabalgata de Madrid, carrozas de gays, lesbianas y transexuales, carrozas musulmanas, Reinas Magas laicas o Belenes con Niña recién nacida.

Y es que la religión de la izquierda es aún más intolerante que la musulmana y más peligrosa, porque no se ofrece como tal. Se impone, y no acatarla es sinónimo de retraso, idolatría o fascismo.

Se tergiversa el concepto de laicidad del Estado para acometer acciones que atentan contra la libertad religiosa de los católicos. Y la libertad religiosa implica que los católicos puedan celebrar el nacimiento de Jesús, pero eso sí, en la intimidad de tu casa. Eso ya lo hizo Franco con la homosexualidad ( que la permitía si concubinabas en el lecho del hogar) y ahora lo repite la izquierda con la religión católica (con la musulmana hoy por hoy no se atreve).

Desde la instancias estatales se permite que la opinión de la minoría se imponga, no es muy democrático, pero ésa no es la prioridad. Si un padre en un colegio se siente ofendido por un belén, se hace desaparecer aunque la mayoría de los padres y resto de comunidad educativa lo quieran, y la excusa es la misma. el Estado es laico. Oigan ustedes, el Estado no está pagando con los impuestos de nadie esos belenes, ni se discrimina a nadie por no ir a misa o por no ver un belén. Eso sí sería un Estado confesional. Lo que ocurre en España es simplemente la negación a los católicos de su libertad de culto.

Pero no es el único derecho conculcado. En el caso concreto del belén, se trata de una forma de expresión, aunque esta expresión sea religiosa y, mientras que el Presidente de la Federación Española de Municipios puede insultar impunemente a más de diez millones de españoles en el ejercicio de su libertad de expresión, los católicos no podemos expresarnos a través de un belén, salvo que lo tengas en tu casa. Curiosa protección del derecho a la libertad de expresión.

Esta dictadura de pensamiento se introduce en la sociedad con la aquiescencia de todos los partidos políticos porque electoralmente no interesa a ningún partido que se les pueda etiquetar como confesional. Craso error. No se trata de la confesionalidad de un partido o de una sociedad o de un Estado, es simplemente la defensa de un derecho preexistente al Estado lo que no se está ejerciendo por ningún partido político y, además de cobarde, es moralmente reprobable.

La caridad cristiana, sin embargo, nos obliga a perdonar a quien atenta contra nosotros, pero Santos, Santos, no hay muchos, y hasta la caridad es difícil de mantener.

martes, 16 de diciembre de 2008

Me muero de hambre: Feliz Navidad

Entramos en unas fechas muy propicias para llamar la atención de nuestras conciencias y hacernos sentir culpables de la suerte que tenemos y lo poco que hacemos por los demás.

Mientras el mundo llamado civilizado, se lleva las manos a la cabeza por el escándalo Madoff, mil millones de personas no pueden llevarse las manos a la boca porque no tienen qué comer.

Es difícil sustraerse a la demagogia, yo mismo la detesto, pero el hambre y la sed en el mundo son el más claro ejemplo de la injusticia que asola el planeta.

Con el dinero que cuesta celebrar una de esas cumbres inútiles de la ONU sobre el hambre en el mundo, muy probablemente comería mucha gente durante mucho tiempo. y ese dinero éstaría bien empleado si, en vez de para la búsqueda de decisiones conjuntas, todas ellas difusas y casi siempre insuficientes, se empleara de forma unilateral por cada país para acometer acciones directas Así, la ONU no tendría más remedio que coordinar las distintas acciones unilaterales para su optimización, pero serían reales. Nunca se cumple mejor que en este caso el viejo dicho de, lo excelente es el peor enemigo de lo bueno. Hagamos y después ordenemos en el caos de la acción, pero hagamos y no nos lamentemos.

En algunos de estos países de hambruna endémica no se puede hablar de democracia, de derechos civiles, de libertad, ni siquiera de guerras tribales o caciquismo presidencial, ni mucho menos de autoridad estatal en sentido westfaliano. Solo cabe hablar de intervención, incluso por la fuerza, de las potencias europeas y americanas, acometer inversiones en infraestructuras y tutelar el desarrollo a corto, medio y largo plazo de medidas que permitan, primero comer y vacunarse, después educarse y después disponer de la libertad para decidir y autogobernarse.

Enfermedades que en Europa y América están desterradas desde hace siglos, producen cientos de miles de muertos, sobretodo de niños, cuya única culpa ha sido nacer en el sitio y tiempo equivocados.

Pero somos cómplices de lo que pasa. Existen medidas concretas que la sociedad debe exigir, y no se trata de emplear el 0,7 % del PIB a ayudas de dudosa efectividad y aún más dudoso destino, sino de acometer acciones concretas por parte de estos estados en esos países. Estados Unidos ya hizo algo parecido en el Japón de la década de los cuarenta y cincuenta del siglo pasado, como hicieron también las potencias mundiales con Alemania, ¿por qué no es posible hacerlo en África o Asia?

Un magnífico estudio causal del hambre en el mundo lo podemos encontrar en el siguiente documento vaticano: http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/corunum/documents/rc_pc_corunum_doc_04101996_world-hunger_sp.html

Pero mientras pensamos en las causas, las analizamos y buscamos culpables, siguen muriendo inocentes.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Muera el Borbón, pero cuando Dios quiera

El dirigente de ERC, Tardá, no tuvo mayor ingenio que alborotar a las jóvenes masas izquierdistas catalanas pidiendo la "muerte del Borbón". No pidió la muerte de la Monarquía, petición legítima y más viniendo de un republicano, sino directamente la muerte del Rey.

Bien es cierto que, demostrando una valentía fuera de toda duda, rápidamente se excusó apelando a la razón histórica, y reclamó un grito que se rezaba a comienzos del siglo XVIII cuando Felipe V sancionó los Decretos de Nueva Planta que lesionarosn los derechos nacionalistas catalanes, pero lo cierto es que la proclama de Tardá nada tenía que ver con ese hecho y sí con el grito de fuera la Monarquñia y venga la República, el problema es que a un terrorista enseguida se le ve la vena tiránica, y le salió por su boca la muerte de la persona y no la de la Institución.

Más allá del argumento republicano que bien podría escribir Tarda, si supiera, para el sosegado y necesario análisis de la benevolencia de este tipo de régimen frente a uno monárquico, lo reseñable en este caso, es la imprudencia temeraria de un diputado a Cortes.

Tratar de soliviantar a una pandilla de majaderos incultos, más necesitados de aprender a leer y a escribir que de recibir adoctrinamiento callejero, es un ejercicio que desde luego no busca ni la concordia ni la convivencia pacífica, ésa que ellos mismos dicen defender.

Y lo peor de la cuestión es que esta ralea política tiene responsabilidades importantes de gobierno en una Comunidad Autónoma también muy importante por su proyección nacional e internacional, y el ínclito President aún no ha dicho esta boca es mía, seguramente porque comparte los puntos de vista de aquél.

Pedir la muerte del Rey, no puede salir gratis en España y otra vez asistimos a la aquiescencia cómplice de la Casa Real, más preocupada por la popularidad de sus Jefes que del interés de España.

Hablar de palabras desafortunadas, imprudencia o malas formas, no es más que una forma de disculpar al niño travieso de la Esquerra, ya se sabe, son así, pero se oculta la complicidad de pensamiento y la publicidad gratuita de un planteamiento que muchos aceptan y pocos se atreven a debatir.

No es miedo, es cobardía política lo que abunda en España.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La violencia de género: herencia franquista

Sobretodo la realizada por inmigrantes. Cuando una mujer rumana, ecuatoriana o colombiana muere a manos de un rumano, ecuatoriano o colombiano, siguiendo las tesis científicas de la Ministra, esto esta relacionado con nuestro pasado franquista.

Franco murió hace más de treinta años, pero sigue muy vivo en las mentes de la izquierda. La guerra civil terminó hace setenta años, pero algunas mentes de la izquierda no lo desean y prefieren seguir luchando, y lo que es peor, pretenden que los jóvenes, nacidos todos en democracia, que no han conocido más que ocho años de gobierno del PP frente a veinte años de gobierno socialista, se unan a su lucha estéril, inútil y acomplejada.

Ha tenido que llegar Garzón para constatar que Franco había muerto, pero existen grupos que no lo aceptan: la extrema derecha falangista y la extrema izquierda del PSOE.

Iba a decir que, un análisis más serio de este tipo de violencia..., pero tengo que decir que, simplemente un análisis serio del tema nos lleva a que ni es la herencia franquista, ni es un machismo recalcitrante las causas de la violencia sobre las mujeres: es la falta de educación y el poder del fuerte sobre el débil.

Siguiendo con la violencia en el entorno afectivo, son las mujeres las que en mayor medida maltratan a menores y mayores, ¿es eso violencia de género? tal vez sí, porque son las mujeres las que en mayor medida la ejercen.

Si nos quitáramos algunos prejuicios de encima y nos acercáramos al tema con un espíritu científico, observaríamos que el perfil del agresor, hombre o mujer, es el de una persona de escaso nivel cultural y educacional. No hemos conocido en los medios de comunicación que muchas mujeres con estudios universitarios hayan muerto consecuencia del maltrato.

Por otro lado, parece que un aliado común de este tipo de situaciones viene dado por el fenómeno de la desestructuración familiar. Suelen ser las víctimas ex lo que sea de los agresores (exnovios, exmaridos, examantes, excompañeros, y e´x lo que quieran).

No parece que esta sociedad camine hacia la solución en origen: una mayor y mejor educación que permita a las mujeres independizarse económicamente y familiarmente de personas de dudosa racionalidad, y una mayor y mejor protección del entorno familiar.

El hedonismo imperante, el egoísmo, la falta de educación que provocan falta de oportunidades y solvencia económica, la promiscuidad reclacitrante, son los orígenes del problema.

El problema no es el machismo o la inmigración o los medios económicos. El objetivo no es el hombre ni el inmigrante ni el indigente. Señora Ministra, usted conoce el perfil del agresor o agresora. Tergiversar, además de poner en duda su capacidad científica, le hace caer en pecado mortal.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Hacia la reforma constitucional: un recorrido inaplazable

Treinta años hace que los españoles en edad de votar decidieron aprobar la actual Constitución Española, la que más tiempo de vigencia ha tenido.

Resultaría tedioso recordar aquí el proceso constituyente, pero es importante resaltar que nuestra Constitución, la norma que actualmente rige nuestro ordenamiento jurídico, nos ha acompañado prácticamente desde que vivimos nuestra última época democrática.

Esta norma suprema fue el resultado del denominado consenso (que yo prefiero llamar negociación) imbuidos del también denominado "espíritu de la transición". En aquel momento, sin duda y amén de ciertos errores de bulto, como bien citan Sánchez Agesta o Torres del Moral, el resultado solo lo puedo calificar de muy satisfactorio.

Sin embargo, y andados ya treinta años de recorrido constitucional, parece oportuno plantear mejoras sustanciales a la CE y aprovechar la coyuntura para subsanar esos errores de bulto (p.e. el del art 61, en el que se afirma "El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas", como si las CCAA tuvieran derechos).

Son muchos los cambios que creo necesarios, y casi todos ellos a partir del Título II, precisamente el de la Corona, ya que, considero que la parte más lograda del Texto son los Titulos Preliminar y I, pero considero inaplazable el debate acerca de la llamada España de las Autonomías y nuestro modelo de Estado.

Los españoles del 78 nunca dieron consentimiento, como nación, a la deriva autonomista que las vías estatutarias han abocado a España. Los Estatutos de Autonomía y las Sentencias del Tribunal Constitucional han sido los principales instrumentos de las instituciones para modificar, no solo el espíritu, sino el corpus y el fondo de la CE, y a eso, los españoles no han dado su consentimiento; es la llamada mutación constitucional.

Por ello, reclamo un debate serio, sincero, responsable, sin hipocresías y a ser posible, primero en ámbitos académicos y profesionales, y después en ámbitos políticos y sociales, acerca de qué tipo de nación queremos ser, recordar de dónde venimos para acordar a dónde queremos ir y asegurar que las modificaciones sustanciales del modelo de nación son aprobadas por el conjunto de los españoles, o ¿alguien piensa que en 1978, los españoles sabían y dieron consentimiento a la situación de descentralización política, administrativa, cultural y social por la que hoy pasa España?

Dos son, a mi humilde entender, las cuestiones principales a debatir:
  • El grado de descentralización que queremos, lo que implicaría un adecuado catálogo de competencias por administración y la necesaria reforma de la segunda cámara ( o su disolución)
  • El modelo de jefatura de Estado, hasta ahora resuelto a través de guerras o pronunciamientos, hasta la presente Constitución, pero que debería ser revisable cada cierto tiempo.
Debemos ser conscientes de que el consentimiento que los ciudadanos realizan en un momento dado, no puede ser perpetuo, por la simple razón de que esta decisión no puede ser una hipoteca de futuro, sino que debe afectar a los ciudadanos que dieron su consentimiento y no a sus sucesores. Los que en su día no pudimos decidir reclamamos el derecho a decidir nuestro presente y no ser esclavos de nuestro pasado.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El PP y la comunicación, ¿caso perdido?

El horno está que arde. Por la izquierda los grupos PRISA y Mediapro están a tortas por, entre otras cosas pero la más importante, por la "pasta gansa" que supone los derechos del fútbol, y que este Ejecutivo ha favorecido a los segundos en perjuicio de los primeros. Se nota que el patriarca de PRISA está muerto (esperemos que Garzón no lo ponga en duda).

Por la derecha (el centro para algunos) la cosa está peor. La pérdida de las pasadas elecciones requerían a los ojos de los medios de comunicación afines un cambio de lider, que no de estrategia, y lo que se ha producido ha sido lo contrario: mismo líder y cambio de estrategia.

Lo que realmente no le perdonan estos medios a Rajoy es que ha provocado que parte de la sociedad se sitúe claramente en un bando, la derecha, para, después de perdidas las elecciones diga que eso de la derecha no es importante y puede resultar perjudicial. Esas personas han quedado huérfanas, pero cuando los huérfanos de líder son los medios de comunicación, la cosa se complica, porque estos medios viven precisamente de exponer su posicionamiento ideológico.

Cualquier estudiante de marketing sabe que un producto debe tener un público objetivo, un cliente potencial y presentará el producto para ese público teórico. Evidentemente existen técnicas tanto de fidelización de clientes como de ampliar la base de clientes con el fin de incrementar las ventas, pero siempre con un producto definido y enfocado.

En el ámbito político, el producto es la acción política, una acción de gobierno universal basada en una ideología compartida con parte del universo. En este caso, el público objetivo son los votantes, a los que hay que fidelizar y sobre los que se pretende ampliar su base de apoyo. La técnica para hacer esto no es fácil, ni existen recetas mágicas, y solo el resultado electoral da idea de si la estrategia llevada a cabo ha sido correcta o, y esto es importante, si siendo correcta la estrategia, su puesta en marcha ha sido lo qua ha fallado.

Y éste es el quid de la cuestión. Rajoy piensa que él lo hizo bien, no así su equipo, que ampliamente ha sido defenestrado, y que lo errado era la estrategia, otros pensarán que lo que se hizo mal fue la forma de llevar a cabo esa estrategia.

Podremos tener cada uno nuestra propia opinión, e incluso analizarla correctamente, pero post facto; no existe posibilidad alguna de certificación previa al resultado electoral, por muchas alarmas que se enciendan en otros comicios como los europeos o regionales o en las encuestas de opinión. Siempre serán conjeturas, pero lo que admite poca o ninguna discusión es que los medios de comunicación son el vehículo trasmisor de esa estrategia, envían y modulan el mensaje político y fidelizan y amplían la base de votantes. Eso es un hecho, y prescindir de los medios que te pueden apoyar ideológicamente a llevar a tu base de cliente actuales y potenciales tu propuesta es literalmente suicida. Esto ya es opinable.

En cualquier caso, el PP debe hacer un esfuerzo (es el vendedor) de acercarse a sus posibles votantes (sus clientes actuales y potenciales) a través de los medios de comunicación, y no parece que determinados medios sean proclives a favorecer esta trasmisión.

Además, y esto es lo peor, desdibujar el mensaje, vaciarlo de contenido ideológico para universalizar la base de votantes hace que pocos lo compren. No resulta creíble, y esto parece indicar la tendencia de la última encuesta del CIS en la que la intención de voto y la simpatía y las dos sumadas han descendido en el PP desde las pasadas elecciones. El consuelo: el PSOE ha descendido más. El problema: el PSOE ha descendido coyunturalmente y a poco que las cosas mejoren, y en algún momento mejorarán su valoración aumentará, mientras que en el PP, sin posibilidad de ejercer influencia alguna y enfadándose con sus correas de trasmisión, van a tener muy difícil cambiar la tendencia que se dibuja.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Y ahora la industria automovilística

Y es que parece que las empresas que viven de la economía real también tienen problemas. Las fábricas de coches están a través de la reducción de empleo, haciendo frente a la crisis de consumo que padecemos.

El problema para el Ejecutivo se sitúa en dos ámbitos: por una lado la ayuda directa al sector, que no tiene por qué ser menos que el financiero, y el segundo el de las obligaciones asistenciales como consecuencia de las pérdidas de empleo.

Empiezan a dejarse oír voces que claman por medidas que favorezcan el consumo, la más importante la del propio Presidente del Gobierno, sin embargo, por ahora lo único que hacen las administraciones es predicar con el ejemplo: son ellas las que consumen a "manos llenas" (la última conocida es el coste dedicado a adornar la sede de Naciones Unidas, gasto oportuno y necesario donde los haya).

Ante semejante despliegue de medios, la displicencia de la opinión pública no se hace eco de esas declaraciones, entre otras cosas, y creo que la más importante, porque nadie confía en el futuro próximo, es decir, y ateniéndonos a los últimos datos publicados por el CIS, la gran mayoría de los españoles piensan que mañana estarán peor que hoy, y ante esas perspectivas lo mejor es quedarse quieto, lo que repercute negativamente en el consumo.

El descenso en la venta de coches viene precedida en el descenso de la venta de casas porque son los elementos que más comprometen financieramente a las familias y, desde el punto de vista del Ejecutivo, determinadas medidas estructurales deben ser tomadas para favorecer el clima necesario para incrementar el consumo y la inversión (casa y coche no son unidades de inversión, sino de gasto puro y duro).

Entre las medidas estructurales me centraría en la necesaria modificación de la legislación, que permita modificar la financiación de los Ayuntamientos, responsables de habilitar suelo para la construcción. Éstos no pueden seguir dependiendo de la especulación urbanística (y me refiero a la legal) para financiar las políticas y servicios locales, es decir, los Ayuntamientos no pueden poner esos precios sobreponderados al suelo municipal.

Por otro lado, la vivienda debe ser regulada por el mercado, no por las administraciones, como ocurre sobre todo en Madrid, donde se subvenciona excesivamente la compra de vivienda. Cuando los afortunados obtienen una vivienda, en muchos casos deben renunciar a ella porque los bancos no conceden tan alegremente financiación como antes, lo que es sin duda una garantía de descenso de la mora en el futuro. Yo tampoco prestaría dinero a cualquiera si mi negocio dependiera de ello.

Por otro lado, es necesario dotar a las empresas de mayor flexibilidad para adaptarse a las coyunturas del mercado. Mucho se habla de las personas que van al paro, pero muy poco de las empresas que cierran o quiebran, y es que una sobreprotección del empleo puede provocar la defunción de la empresa, tal y como está pasando en estos momentos.

Aumentar la renta neta disponible de las familias es otro elemento a tener en cuenta con el fin de que éstas dispongan de la liquidez suficiente. El problema es que el exceso de liquidez se vaya al ahorro bien remunerado y no al consumo, por lo que es neceario instar a la bajada de tipos de interés, precisamente para penalizar el ahorro y favorecer el consumo y la inversión.

Y, por último, es necesario terminar con la crisis de confianza, y en esto los culpables mayores del Reino, y del resto de reinos, lo constituyen los líderes políticos, que un día sí y otro también, toman decisiones que permanentemente requieren revisión, modificación o anulación (política de "prueba y error" ya comentada en otra entrada). Lo del G-veintitantos merece atención aparte.

Sin embargo, parece que la clase política española prefiere adherirse al despifarro (los datos de gasto del Ministerio de Fomento en autobombo y jardinería son sangrantes) que raya en lo obsceno, como lo comprometido en la famosa cúpula de NU en pos de no se sabe muy bien qué Alianza de Incivilizados.

Como dice el refranero: Haz lo que digo y no lo que hago, que diría nuestro Presidente

lunes, 17 de noviembre de 2008

Del ocio, las discotecas y los matones

Este fin de semana un chico ha muerto apalizado por unos matones de discoteca. No se trataba de unos porteros que estaban haciendo su trabajo, sino de animales que no sabe hacer otra cosa más que cocear y que coincidió que estaban trabajando. Pero no me voy a detener en estos individuos. Allá sus conciencias si es que tienen.

Lo que me mueve a la reflexión es la preocupante degradación de las opciones de ocio en esta sociedad algunas veces mal llamada desarrollada. Ésta se basa en una mezcla inflamable, tóxica y que, si se pararan a pensar, pocos elegirían.

Alcohol, otras drogas, noche y nulo valor de las normas más básicas de convivencia son los ingredientes principales. En el caso de este fin de semana en Madrid, una niña es empujada por un muchacho, y ésta se va en busca de su novio (que, casualmente es portero de la discoteca en la que estaban) y él y sus compañeros se lían a mamporros hasta matarlo.

Supongo que la nena en cuestión estará ya más tranquila y satisfecha de haber conseguido lo que quería: llamar la atención y sentirse importante. Su novio en la cárcel y el amigo del "agresor" muerto. No está mal el balance.

Pero, ¿es que no hay otra forma de divertirse que no suponga que a la mínima provocación puedas resultar muerto, herido, amputado, golpeado, violado o robado?¿Por qué cada fin de semana tiene que resultar para los padres como esos búfalos africanos que deben atravesar los ríos infestados de cocodrilos esperando a no ser ellos los engullidos?¿Qué clase de moda impone que el delito, la inseguridad o el azar se impongan al derecho a pasarlo bien, al ocio, a disfrutar con los amigos, o con tu novio o con tu mujer o con tus hijos?

Esto no es cuestión de escalas sociales ni de clases económicas. Es un asunto cultural. Los valores instalados en la sociedad actual, o su ausencia, que ya es un valor en sí mismo, hacen que un sábado por la tarde no sea una opción válida para salir con los amigos, que el ocio a las cinco de la mañana sea propio de chavales que no son siquiera mayores de edad, que el más machote del grupo sea el más macarra, que el más popular sea el que más aguante bebiendo o el que más ligue sea el más descarado.

El domingo es el día destinado a dormir. De eso se trata, de destrozar la convivencia familiar. Se trata de que padres e hijos no compartan ni un solo día de experiencias, consejos preocupaciones o charlas, es decir de vivir en familia. Se trata de marcar clara diferencia entre el padre "carca" que aconseja prudencia a su hijo y el padre "enrollado" que permite a su hijo hacer lo que le venga en gana, muy al estilo de Educación para la Ciudadanía. Si a ello sumamos la imposibilidad de compartir la celebración religiosa (si es que de cristianos se trata), miel sobre hojuelas.

Parece una visión holística del ocio, un todo perfectamente orquestado: empresarios del ocio que amasan grandes fortunas cobrando unas consumiciones con un más de un mil por cien de margen, administraciones que hacen caja, vía impositiva, de este tipo de ocio, jóvenes a los que se les dice lo que quieren oír y no lo que deben oír, cuyos parámetros de éxito social se miden en términos de litros de cerveza o calimocho bebidos, pastillas consumidas, o tías o tíos enrollados, padres que rezan (aunque sean agnósticos) para que esa noche no le toque a su hijo o a su hija y políticos y teóricos del pensamiento a los que esta degradación humana produce excelentes beneficios en términos de maleabilidad social y desgaste de la familia y la Iglesia.

Divertirse no es malo, ir de discotecas no es malo (tampoco bueno), pero creo oportuno revisar algunos criterios de éxito social y apelar a una profunda revisión de comportamientos y usos sociales.

Esto no son más que síntomas de una enfermedad: no hay que combatir las fiestas de discotecas, ni salir con los amigos, ni salir con chicos o chicas, sino la escala de valores sociales en los que un matón, sin ninguna educación, ni demostración de talento alguno, pero bien vestido y con pinganillo en la oreja pueda matar a un chico de dieciocho años porque un amigo ha empujado a su novia. Y el resto de padres suspirando aliviados porque, en esta ocasión, no les ha tocado a ellos.

No son los políticos más cercanos a las demandas juveniles por permitir el botellón, ni los padres mejores padres por dejar a los hijos a su albedrío, ni los muchachos más populares por emborracharse, pegar a alguien, violar o robar. No se es más valiente por quemar a alguien en un cajero mientras se graba con un móvil, ni más macho por circular borracho o drogado a alta velocidad. No se es más hombre por beber más deprisa o más cantidad, ni se es más mayor por estar hasta más tarde en la calle. No se es más guapo o más guapa por ligar más o mantener relaciones sexuales esporádicas, ni mejor persona por llevar más dinero en el bolsillo. No es necesario fumar o drogarse para demostrar la hombría, ni es más moderno el que alterna en determinados ambientes.

Si esto no nos lleva a una mínima reflexión de qué queremos para nuestros hijos, y no les hacemos ver a ellos mismos que son sus vidas las que destrozan y que por mucho que esa noche crea haber triunfado, es su hígado, sus pulmones, su cerebro, su familia, su capacidad de relación, el que ha machacado. Es su cuerpo el que ha perdido y, como en este caso, para siempre. D E P

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Los medios de comunicación y el control del pensamiento

Lo recononozco. Hoy he consumido algunos minutos de noticiario de las seis de la mañana de la televisión pública española, y me ha resultado curiosa la forma en la que la locutora daba la noticia de la posibilidad legal que un tribunal británico ha concedido a una niña de trece años para renunuciar a que los médicos intenten salvar su vida, amenazada por problemas cardiacos.

La locutora hablaba acerca de que la niña había conseguido "ganar la batalla para morir dignamente". Con esta noticia se presentaba una batalla: a un lado una niña moribunda, a otro lado el sistema legal británico, con sus jueces importantes dirimiendo si la niña puede decidir o no poner fin a su vida. Y la batalla, para la locutora, la había ganado la niña.

Me ha resultado curioso, en primer lugar porque la niña morirá, por lo que no llego a comprender qué tipo de victoria se puede conseguir cuando pierdes tu vida. En segundo lugar, parece que la batalla no era para vivir o morir, sino para, una vez decidido que dejaba de luchar, rendirse "dignamente". Y me resulta curioso porque tampoco llego a entender cómo una niña de trece años puede morir indignamente.

En tercer lugar, me ha resultado curioso la inoportunidad de la noticia, locutada justo después de la noticia de la muerte de los dos militares españoles en la guerra de Afganistán. Dos personas a las que sí se les debe reconocer que murieron dignamente, por una causa que superaba el valor dado a la propia vida en pos de la vida de los demás.

Tras el impacto inicial de la noticia, me han venido a la cabeza dos reflexiones de muy diferente naturaleza: la primera el ejemplo que esta niña supone para otras de su misma edad en similares circunstancias que luchan por vivir (muy dignamente) y que la locutora presentaba como algún nuevo tipo de heroína; y la segunda acerca del poder de los medios de comunicación controlados por el poder político en la opinión social.

La locutora no pretendía locutar la noticia, pretendía dotarla de significación política al hablar de "ganar la batalla" y al hablar de "muerte digna", y sin duda no han pensado los redactores del noticiario en los miles, millones de personas, que hoy mismo, ahora mismo, luchan por su vida, pero todo ello queda supeditado a la necesaria moldeación de la opinión española cuando se presente en el debate político el proyecto de ley de eutanasia o suicidio asistido.

Mi respeto por quienes luchan cada día por seguir vivos, mi admiración por quienes mueren por nosotros y mis oraciones por esa niña que ha querido dejar de luchar: ella ha perdido la batalla, y los locutores han perdido la dignidad y la vergüenza.

lunes, 10 de noviembre de 2008

La ideología pesa, pero más pesa la ignorancia

Resulta curioso comprobar, a partir de los datos de la última encuesta del CIS, qué información es relevante y cómo interpretar los resultados obtenidos. Si bien, los partidos políticos y los medios de comunicación tan solo se han hecho eco del datos de intención de voto, en el que aparece un empate estadístico, yo he preferido fijarme, sobre los mismos datos, en otros parámetros que me han causado especial interés.

Antes de revisar los parámetros en cuestión, cabe recordar que el último estudio del CIS se ha realizado en 247 municipios de 47 provincias y a 2481 personas mayores de edad, es decir, en edad de votar.

Además el 98,4% de los entrevistados son españoles

De ellas,lo primero que me ha sorprendido ha sido el perfil de estudios de los entrevistados:

El 1.1% es analfabeto (no sabe leer ni escribir)
El 4% no tiene estudios pero sabe leer y escribir

El 95% tiene algún tipo de estudios, de los cuales, el 51,3% tiene estudios primarios, secundarios obligatorios o cinco años de escolarización, es decir, ni siquiera estudios primarios.

Menos del 20% de la población tiene estudios universitarios.

Con este perfil de estudios, el 76,5% de la población se clasifica en una ideología de las propuestas. Es decir, la gente es capaz de distinguir entre socialdemocracia, liberalismo, demoscracia cristiana o socialismo, aunque apenas saben leer o escribir y donde esas familias no se estudian más que en ciertas disciplinas de ciencias sociales.

Con ello, podemos intuir que en España, la gente es ignorante, no lo sabe y por tanto no lo remedia.

Pero, me gustaría saber si mi intuición se acerca a la realidad o se trata de una alarma sin fundamento:

Solo cinco ministros del actual Ejecutivo son conocidos por más de la mitad de los entrevistados, es decir, los Ministros de España son desconocidos para la mayoría de los españoles, pero son capaces de evaluar su acción de gobierno y además de predecir si están o no capacitados para hacerlo mejor.

Por otro lado, cuando se pide clasificar a los partidos políticos en un continuo izquierda/ derecha, los entrevistados han marcado a ERC como un partido de derechas (especial puntuación los votantes de IU que han considerado a ERC un partido de derechas), al PNV de extrema izquierda (en estos momentos ya estoy prácticamente convencido) y a UpyD un partido de centro derecha. Decididamente en España Gran Hermano, La Noria o 59 segundos son las enciclopedias con las que los españoles son capaces de tomar las decisiones que afectan al futuro de España.

Que Dios nos coja confesados.

lunes, 3 de noviembre de 2008

El PP en el extremo centro

En la dirección actual del PP se ha entendido que definirse de derechas es o puede ser contraproducente para que determinado grupo de votantes sean atraídos con su voto. Por ello, la consigna es declarase de centro, es más, el PP es más de centro que nadie. Somos de extremo centro.

La fórmula para conseguirlo es obvia: renunciar a todo principio ideológico que permita encasillar al PP en la derecha, por lo que el discurso y la acción política pasan por hacer y decir lo que la izquierda quiere oír.

Se trata de no asustar al llamado electorado indeciso. Se denomina así, no al que no sabe a quién va a votar, sino al que, en cada comicio decide si va o no a votar y a quién lo hará llegado el caso. Se trataría del llamado voto adulto democrático, es decir, aquél que se aleja del seguidismo o del fanatismo político, el que evalúa una acción de gobierno y que decide en ese momento el sentido de su voto.

El problema es que, renunciando a los principios ideológicos se crea en tu electorado fiel, es decir el que si vota jamás lo hará en contra de tu partido, un estado de desamparo que provoca el aumento de la abstención, y el PP puede pagar cara esta estrategia de ganar votos "por el centro" y perderlos " por la derecha".

Son varios los elementos a tener en cuenta: el primero que en España existe muy poco voto "adulto", es decir, existe mucho fanatismo político y la gente vota lo que viene votando, y tan solo el 10% del electorado cambia el sentido de su voto, esto es, poco más de dos millones de votos. la diferencia de las últimas elecciones fue de casi un millón de votos, con lo que prácticamente todo el electorado "adulto" tendría que votar PP para cambiar el ganador de las elecciones.

En segundo lugar, la memoria de los españoles es muy corta, y no va más allá de seis meses, por lo que el "voto adulto" solo cambia el sentido del voto en los últimos meses antes de las elecciones, sin embargo la pérdida del voto propio se puede ir perdiendo por desengaño durante toda la legislatura.

En tercer lugar, el acicate para mover a la participación, al final de la legislatura, depende en gran medida de la capacidad del liderazgo del candidato, y en eso hay que reconocer que Rajoy no va sobrado. Es mucho mejor parlamentario que candidato.

En cuarto lugar, el concepto que el PP tiene del voto joven es diferente al que tiene el PSOE. Para el PP el voto joven lo representa su presidente nacional de Nuevas Generaciones, sí ese señor con barba al que los treintañeros llaman de usted. Mientras que para el PSOE, el voto joven se sitúa en los adolescentes de catorce a dieciséis años, es decir, los que votarán por primera vez en las próximas elecciones, y cuando un joven, cada vez peor preparado para tomar sus propias decisiones, es ideologizado por la izquierda, es muy probable que su voto nunca vaya a parar al PP.

Por todo ello, y por otra serie de razones de ídole menos pragmática y más ideológica, creo que no se debe renunciar al posicionamiento ideológico del PP.

En las últimas fechas, hemos visto cómo el PP renuncia a posicionearse en asuntos puramente ideológicos, rechazando al debate sobre la Corona, la eutanasia, la relaciones intergubernamentales entre el Estado central y las autonomías, la identidad territorial en aspectos linguísticos y de simbología nacional (hoy no parece importante el respeto a la bandera española), la educación, etc. Y sin embargo, ha centrado toda la acción de oposición en "los problemas que afectan a los españoles", básicamente la economía.

Y el PP no se da cuenta de que, además de problemas acuciantes y urgentes, como los económicos, España tiene otros serios problemas en los que ha renunuciado a debatir, con la excusa de que esos problemas no son del interés de los españoles, pero lo que se esconde es el miedo escénico a identificarse de una u otra forma ideológicamente, y esto pasará factura a medio plazo.

Y la factura no será solo electoral, sino social, y eso es mucho más grave, porque será la izquierda la que defina el marco de la acción del gobierno de futuros ejecutivos, de forma que el PP, llegado el caso, gobernará, pero lo hará siguiendo patrones ideológicos de izquierda, porque la sociedad no aceptará otra cosa, porque la doctrina socialista impregnará la vida social de España.

El ejemplo más claro se encuentra en el aborto. El PP, como partido liberal, que defiende como unos de los principales valores del ser humano la vida, ha renunciado a introducir en la agenda política este debate, de forma que cuando ha tenido en sus manos el Gobierno, no ha querido, porque no ha podido modificar la legislación sobre este asunto. Socialmente no se aceptaba, y no se podía porque nunca se dio el debate ideológico en la sociedad española. Eso volverá a pasar con el federalismo, la eutanasia, la educación, o la Monarquía, entre otros, pero sobretodo, no molestemos ni a los votantes de izquierdas ni a ese potencial millón de votos que se puede rascar a la izquierda indecisa, que por cierto, votará masivamente a UPyD.

viernes, 31 de octubre de 2008

La Monarquía republicana la monta

La progresía izquierdista está que trina. Pilar Urbano ha encontrado lo que cualquier izquierdista desea, que otros le hagan ganar dinero, mientras los adalides defensores del pensamiento único protestan por las confidencias de la Reina a la periodista acerca del aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo o la eutanasia.

Por alguna extraña razón, y siempre que la opinión de la Casa Real no coincida con los intereses de la izquierda, los Reyes deben estar callados. Ya se sabe, no siempre llueve a gusto de todos. Sin embargo, el hecho, ridículo por su valor práctico, me lleva a reflexionar sobre el papel de la Monarquía en España en la actualidad.

Tres son los argumentos que me llevan a mantenerme proclive a aceptar lo que la razón me arrebata. En primer lugar, y debido a las tensiones disgregadoras provocadas por el sistema político español, y que es único en el mundo, solo la Monarquía, la selección española de cualquier deporte, en especial la de fútbol, algunos deportistas, y el jamón y la tortilla de patatas son los únicos elementos comunes que nos quedan, por lo que renunciar a uno de ellos, hoy día me parece un lujo que no nos podemos permitir.

En segundo lugar, es necesario promocionar la marca España, y cada vez que lo hace Zapatero, tiene repercusiones negativas para España. el Rey aún mantiene más o menos intacto su prestigio internacional, al contrario de lo que ocurre con el Presidente del Gobierno.

Y en tercer lugar, porque ¿cuál sería la alternativa, la república? Nuestra experiencia anterior, y han sido dos en los últimos ciento cincuenta años, es que después de una breve República se produce un pronunciamiento militar o un golpe de Estado, por lo que hasta que no exista mejor alternativa, y hoy por hoy eso queda lejos de producirse, no tenemos otra opción ortodoxa. Siempre quedan los experimentos, como el que anuncia la Reina: la monarquía federal.

Me encuentro en una suerte de situación cercana a la que obsesionaba a Maquiavelo, que era republicano convencido, pero anteponía la unificación de Italia a su pasión por el republicanismo, lo que hizo que, en la medida de sus posibilidades ayudara al Príncipe a dirigir Italia de la mejor manera posible, con el objetivo de preservar la identidad de Italia. Ése es el objeto principal de su obra El Príncipe.

Yo todavía no me encuentro en esa tesitura de reflexionar acerca de si soy o no republicano o monárquico, pero me preocupa mucho la deriva intelectual y el escaso sentido de Estado que algunos de sus responsables están teniendo.

La Reina incita a la Monarquía federal, nuevo modelo de estado; el Príncipe de Asturias, ajeno a los asuntos militares se casa por la Iglesia con una periodista progre de izquierdas que, en términos eclesiásticos, vivió amancebada y por tanto en pecado mortal hasta que se divorció legalmente, y que queda lejos de abstenerse en la intervención de la opinión política de los españoles, apareciendo en las cadenas amigas y relacionándose siempre con los mismos periodistas; la Infanta Elena, en un alarde de estiramiento del vocabulario y la semántica españolas interrumpe temporalmente su convivencia conyugal, ¡ y después nos asombramos de que Zapatero no llame crisis a la crisis!

Y por último el Rey, que ha quedado como el secretario becario del Presidente del Gobierno, de forma que se ha cargado el objetivo fundamental de la Monarquía que era asegurar una permanencia ajena a la disputa política, siendo, en palabras del propio Presidente del Gobierno, y nunca desmentidas por él, un monarca muy republicano. Preocupa la quema de fotos del Rey y no preocupa que el Rey no pueda pisar suelo vascongado. Se molestan cuando la publicación El Jueves los caricaturizaron, pero el Príncipe de Asturias todavía no ha pisado suelo norteamericano desde que Zapatero es Presidente, mientras estoicamente soportó que Chavez insultara a España en su presencia desde los balcones de su palacio presidencial y aún no ha visitado las tropas que se encuentran en guerra (o en misiones de paz armados hasta los dientes y repeliendo ataques enemigos, según el nuevo vocabulario socialista).

El revuelo montado tiene efectivamente un ganador claro: felicidades Pilar Urbano.

jueves, 30 de octubre de 2008

Cuando la ideología se convierte en un problema

Está claro que la dirección del PP salido de las últimas elecciones generales y del último congreso nacional ha decidido supeditar la ideología al pragmatismo coyuntural. Se ha hecho del poder el objeto de la política y no su medio.

El Alcalde de Madrid, por lo que la villa representa, es y debe ser un icono representativo del partido al que pertenece, y en las últimas fechas no he conocido mayor retorcimiento de principios que los realizados por este Alcalde.

En primer lugar, el aumento de sueldo para él y más de cien personas de su equipo municipal, superior al 11%, en principio como regularización de los dos ejercicios anteriores. Aunque ni así me salen las cuentas de actualización de sueldo en función del IPC que mantendría el poder adquisitivo del Alcalde, estamos hablando del político mejor pagado de España, muy por encima del Presidente del Gobierno. Todo un ejercicio de empatía, y contención del gasto público. No se preocupe que los sindicatos ya han tomado buena nota para la negociación del próximo convenio colectivo.

En segundo lugar, y debido a la falta de financiación, ha decidido subir los impuestos y tasas municipales, así como la presión recaudatoria en materia de multas y sanciones (especial mención al seguimiento que pretende hacer de las basuras y sus reciclados).

Y, por último, la negativa al permiso de manifestación en contra del aborto solicitada por grupos antiabortistas, que sí contaban con la aprobación de la Delegación del Gobierno en Madrid, responsable de la seguridad en la Comunidad, porque la calle es para los viandantes.

El señor Gallardón, en el último congreso regional del PP proclamó su interés por definirse como centrista. Opina que la proa de un barco se encuentra en el centro, y el centro es lo que dirige la dirección del barco.

Sr Gallardón, me permito el lujo de darle unas pequeñas lecciones de ideología popular, ésa que usted dice conocer,desde hace veinticuatro años y que demuestra no practicar, desde hace casi el mismo tiempo.

Primero, en momentos de crisis, los gobiernos deberían suavizar la presión fiscal, precisamente porque bastante tienen ya empresas y familias con lo que viene de fuera (Mundo, Europa, España), para que el Alcalde suba impuestos y tasas. El caso de las tasas es el más sangrante, porque no conoce ni de rentas ni de situaciones familiares. Todos pagan lo mismo por el mismo servicio. Lo que no puede, encima, es jactarse de gastar 29 millones de euros en funciones que no son de su competencia y a la vez subirse el sueldo y a la vez detraer de la renta familiar más dinero para impuestos y tasas. Eso se llama vasallaje.

Segundo, la acción del Estado, para la ideología popular debe ser limitada no absoluta, y el Ayuntamiento de Madrid pretende vigilar hasta si se reciclan convenientemente los desperdicios, usted que viaja en un coche oficial que contamina más que un autobús. No es un Estado máximo lo que la idología de su partido propugna. Es lo que usted hace, a costa eso sí de la renta de sus vecinos. Eso se llama caciquismo.

Tercero, la calle debe ser para los viandantes, pero usted cierra todos los días las calles para montar un estrado con cámaras por enmedio para promocionar su acción de gobierno. Permítame un poco de demagogia ¿Argumentará igual cuando la manifestación sea por la eutanasia?Cuando se alegró al organizar la caravana del orgullo gay, ¿pensó en los viandantes? Eso se llama populismo.

Por último, se nota que es Alcalde de Madrid y no debe haber subido a un barco en su vida, porque hasta el más tonto del lugar sabe que la proa de un barco es la unión de una derecha (estribor) y una izquierda (babor) a través de una quilla, que es quien mantiene a flote el barco, y en estos momentos existe babor pero no hay estribor. Así, mi capitán, el barco se va a pique.

Para su interés camarada Gallardón, el barco es España, el capitán que lo dirige no está en la proa sino en el puente (en la proa estaba Leonardo di Caprio, y murió), y el barco (España) está escorado a la izquierda, y se necesita que el timón lo haga girar a estribor, precisamente para que el barco, España, siga con rumbo firme hacia el progreso y no derivando por la innavegable ruta de la socialdemocracia populista en la que Zapatero nos ha metido y en la que usted se deja llevar con el único fin de perpetuarse en el poder.

lunes, 27 de octubre de 2008

Repensando el globalismo

Los principales líderes políticos del llamado Primer Mundo, mundo occidental o países más desarrollados, están dispuestos a establecer las pautas de comportamiento capitalista para estos inicios de siglo.

Como se ha puesto de manifiesto, no han sido capaces, al igual que ya ocurrió, a inicios y a finales del siglo pasado, de anticipar las consecuencias sociales que provoca el desarrollo tecnológico.

Este desarrollo provoca, en primer lugar, la apertura de nuevas formas de pensar y de hacer de colectivos sociales, en principio no organizados, que provocan la reacción de los reguladores.

Estas nuevas formas de hacer y pensar han provocado consecuencias, unas de indiscutible progreso para la Humanidad, pero también quedó la puerta abierta para que formas de delito tradicionales encontraran nuevas formas de ejecución.

La avaricia, el egoísmo o, lo que en términos de clásicos griegos, dirían falta de virtud, son características inherentes, no a la especie humana, siguiendo los parámetros tradicionales hobbesianos, sino, en mi opinión, formas de desviación de la conducta humana.

Es decir, yo no creo que la naturaleza humana, por defecto, tienda a la autodestrucción, sino todo lo contrario, pero sí es reconocible que, en ese intento de preservación, surjan conductas autodestructivas que, beneficiando a unos pocos, perjudiquen a la mayoría.

En principio, y para ese menester surgió el consentimiento político que provocó la configuración de los Estados y sus Administraciones, donde se permitía el uso legal de la coerción., incluso física, de forma que los ciudadanos consentían en ser administrados a cambio de ser protegidos, y para que la acción coercitiva fuera proporcional y homogénea.

Llegados a este punto, las formas más abyectas de terrorismo, las prácticas comerciales más egoístas y los planteamientos filosóficos y políticos más controladores del pensamiento humano encuentran en este tiempo protagonizado por ausencia de control sobre la información, el abono más suculento de un campo en el que las desviaciones humanas campan anchas.

Ahora, cuando las circunstancias superan el ánimo político, éstos han decidido poner encima de la mesa su incapacidad para gestionar los intereses de sus Estados de forma autónoma, y han preferido ponerse de acuerdo para acometer reformas coordinadamente, es decir, de manera consensuada, es decir, donde se busca una solución de consenso y no la mejor solución, tal vez porque esa solución no solvente la avaricia y egoísmo de ciertos políticos.

Y en esas España será, asista o no asista a la famosa cumbre, un espectador de tercera fila, sin capacidad de influencia y nula capacidad de decisión. Desde el siglo XVI es lo que ha ocurrido normalmente en España y por ello no creo que el actual Ejecutivo sea culpable de un comportamiento que, en el caso de España, resulta casi identificativo de nuestro Estado, y que, debe reconocerse, fue amortiguado sustancialmente durante el gobierno Aznar.

Pero hemos vuelto a nuestro papel tradicional de asistente de lo que otros deciden y que a nosotros afecta. El problema es que, mientras la última vez que se actuó de forma coordinada, al final de la Segunda Guerra Mundial, los políticos de entonces tenían un sentido de Estado fuera de duda y un nivel intelectual personal de rara coincidencia en el tiempo histórico, los de ahora quedan, intelectualmente, muy mal parados en la comparación con aquéllos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

La Justicia de pandereta

La sinrazón se instala definitivamente en España. Ha descubierto que, como aquí, no la tratan en ningún lado. El último capricho ha sido el lamentable espectáculo que está dando el sistema judicial español.

Los secretarios judiciales se ponen en huelga, ahora para pedir mejores medios con los que hacer su trabajo, ahora que una de ellos ha sido sancionada por incompetente con dos años de empleo y sueldo. Hasta ahora todas las denuncias de este colectivo y demás chanfainas tenían como único objetivo cobrar más.

Por otro lado, los jueces consideran una intromisión intolerable las declaraciones del Gobierno hacia el CGPJ de acuerdo al caso Mari Luz, y, aunque tienen prohibido el derecho a la huelga, ellos han paralizado igualmente el sistema sin perder sueldo, eso sí. Es decir, han hecho lo que se supone que juzgan, el fraude de ley.

Para terminar de cerrar el triángulo escatológico de la Justicia, tenemos un Ministro del ramo más centrado en devolver las tortas que le propinen que en asegurar medios para que la Justicia sea simplemente Justicia.

Y es que cuando existen problemas de base que se tapan corporativamente junto con una mayor actividad judicial porque somos más y delinquimos más, le siente mal a quien le siente, y una manifiesta incompetencia ejecutiva, lo raro es que solo tengamos noticias de una única desgracia del tipo del caso Mari Luz.

Se habla de informatizar la Justicia, pero los jueces no quieren, los funcionarios judiciales no quieren y los cuerpos de seguridad no quieren, y los políticos responsables no saben cómo meter mano a este corporativismo.

El ejemplo de éxito de una administración informatizada, sin duda lo constituye la Agencia Tributaria, por lo que sí es posible, si se quiere, informatizar adecuadamente la Justicia. Por su parte los cuerpos de seguridad del Estado, podrían compartir sus bases de datos, pero no, cada uno defiende su corralito. Por otro lado, los funcionarios podrían utilizar sus ordenadores para trabajar y no para leer el Marca o el Hola, pero están más ocupados pidiendo más salario.

Y, por último el Ministro, que piensa que agilizar la Justicia se resuelve con más Juzgados, lo que implica más jueces, más secretarios judiciales y más funcionarios. ¿Qué tal si pone a trabajar a los que tiene con herramientas que mejoren la eficacia operativa?

No quisiera, ni lo más remotamente, estar en la piel de esos padres que perdieron a Mari Luz, pero no dejo de pensar que pueden estar sintiendo, ¿asco, indignación, impotencia, rabia, indiferencia, todo a la vez, nada de eso?

La no realizada renovación del Tribunal Constitucional, contraria al mandato de la Constitución, la huelga de los jueces, a través de un fraude de ley, los nombramientos políticos del CGPJ, Tribunal Supremo y Constitucional, la ineficacia del sistema judicial, que ampara a los delincuentes, la obsolescencia de las Leyes, que permiten que los padres obliguen a sus hijos menores a que delincan para que no les puedan procesar, el Ministro que piensa que está en su derecho de intervenir en la Justicia a su antojo. Es tal el despropósito que no extraña la unanimidad que existe en el mundo judicial de preferir un mal acuerdo a un buen juicio.

Esa niña y esos padres no merecían, como no merecemos ninguno, este sistema judicial. Y mientras, Garzón, a lo suyo.

martes, 21 de octubre de 2008

La izquierda se reinventa y reinventa a los demás

A la izquierda española no le queda pudor alguno a la hora de patrimonializar conceptos universales para adecuarlos convenientemente a su criterio. Una vez cocinado, se apropia de su nuevo significado y dirige la borrega opinión pública hacia la dirección deseada. Uno de estos procesos de reinvención semántica es la propuesta del Gobierno andaluz de Chaves de solicitar a la RAE que cambie el significado de la palabra eutanasia, para que signifique lo que él diga en el proyecto de ley para legalizar la eutanasia en Andalucía.

La última muestra de esta depurada técnica es la imputada herencia del franquismo al PP. Los dirigentes socialistas reclaman al PP que apoye las investigaciones o tribulaciones del juez Garzón, porque, según su doctrina, es la forma en la que el PP se separaría de la herencia que ahora pesa sobre él del franquismo, Pepiño dixit.

Es decir, los términos franquismo, PP, derecha, son redefinidos por la izquierda y se presenta a la opinión pública su nueva redefinición y su relación. El PP es sucesor del franquismo, hasta que no reniegue de él, lo que supone que, si no reniega continúa como sucesor del franquismo, y si lo hace, reconoce que lo era.

Ya es intelectualmente poco atractiva la ideología socialdemócrata actual y sus derivaciones populistas, pero resulta intolerable que además pretendan llenar de contenido ideológico las tendencias contrarias. Es decir, no solo se encargan de definir la socialdemocracia, sino que se atreven a definir el liberalismo, el papel que debe desempeñar la oposición, cuándo ésta debe asentir disciplinadamente, quién debe ser su portavoz, qué debe pensar la opinión pública (bueno, esto no es necesario, ya se lo dan pensado), quién es heredero de qué (curiosamente ellos no tienen porqué rechazar el asesinato del líder de la oposición el 12 de julio del año 36, Calvo Sotelo, muerto por el PSOE de Indalecio Prieto y Largo Caballero, concretamente Luis Cuenca, guardaespaldas del primero, que lo justificó como contraprestación de la muerte del teniente republicano Castillo).

¿Ha rechazado el PSOE la forma de hacer política del tiro en la nuca al líder de la oposición cuando ellos están en el poder?

¿Puede Garzón recabar información de este asesinato, seis días antes del inicio de lo que él considera que debe ser recordado, juzgado y sentenciado?

El PSOE ha llegado al poder en España en tres ocasiones: en el año 36 tras los sucesos de Asturias del 34, después mataron al líder de la oposición en el 36, y seis días después se inició la guerra civil. Por segunda vez en el año 82, después del intento de golpe de Estado de Tejero, del año 81 y, por último y hasta ahora en el año 2004, después del atentado terrorista en Madrid. ¿Coincidencia o forma de remover a la sociedad?

Tienen la extraña habilidad de crear crisis sociales que provocan desastres de proporciones impredecibles y presentarse después como los salvadores de la sociedad que previamente han machacado. Gracias a ellos, España vive en Paz, ….. Siempre que se viva como ellos quieren.

viernes, 17 de octubre de 2008

Memoria Histórica, desmemoria jurídica

Cuando los acólitos del poder trabajan de forma tan coordinada cabe pensar que, efectivamente existe coordinación, y por tanto premeditación.

Ante la que nos está cayendo encima, y demostrada la incapacidad del Presiente para tomar decisiones en el ámbito económico, se une la palmaria vergüenza de asistir al ninguneo que los líderes políticos mundiales le están haciendo a nuestro Presidente, y a través de él, a España.

Por evidente no deja de ser vergonzante que una serie de decisiones que nos afectan a los españoles se fijen fuera sin tenernos en cuenta, no por ser nosotros, sino porque no sabemos qué ofrecer, y las que nos afectan casi exclusivamente (paro, inflación, tasa de endeudamiento de las familias, descenso de la renta neta disponible, desequilibrio de la balanza de pagos, aumento sin conrol del déficit público, desequilibrios por la parte de la oferta agregada...) no entren dentro de la agenda de nuestro Presidente: " ¿Tomar decisiones? No, por favor. Reunámonos con alguien y que nos hagan una foto"

Ante ello, nada mejor que un barco abortista holandés en Valencia con la presencia de mamá Bardem, o la nada despreciable ayuda de los editores españoles a la causa capitalista que favorece Zapatero.

A todos estos elementos, y mientras se cuece para la próxima primavera la nueva ley de aborto y eutanasia, bienvenidos al circo de la Historia.

El juez socialista Garzón, imparcial como exige su cargo, está dispuesto a reparar las injusticias históricas. Ha empezado con la Guerra Civil. El problema es qué va a hacer cuando llegue a la invasión árabe contra Don Rodrigo en el año 711, qué fosas querrá desenterrar y si pedirá o no la partida de defunción de Tariq.

Le recomiendo al juez Garzón, al que por cierto se le han escapado dos narcotraficantes turcos por su incompetencia manifiesta para dedicarse a lo que le pagan los ciudadanos y dedicarse sin embargo lo que sus jefes políticos le instan, que no se olvide de poner bajo custodia de la policia judicial a Franco, por el riesgo de fuga del principal imputado. (¿Buscará Garzón la exhumación de la tumba de Franco y de paso se carga el Valle de los Caídos?)

El esperpento no estriba, en mi opinión, en que este impresentable juez se dedique a sus hobbies en horario de trabajo y con recursos públicos, sino en los casos que requieren de su atención y sentencia y que están en el cajón del olvido hasta que el delito prescriba, las pruebas desaparezcan o el tiempo de prisión condicional prescriba y haya que soltar a la calle, como está ocurriendo, a delincuentes, estos sí, vivitos, coleando y delinquiendo.

Entrando en el meollo de la cuestión. El juez será capaz de sentenciar sin imputar a nadie, porque están muertos, sin poder ejecutar la sentencia, porque no hay sujeto, sin poder tomar declaración, porque todos están muertos, utilizando fuentes indirectas y solo de parte del supuesto demandante e ignorando las fuentes de la supuesta parte demandada, y por último judicialmente sentenciará como criminal contra la Humanidad a Franco, por lo que si algún historiador, en el ejercicio de su profesión, llega a tesis contrarias, podrá ser denunciado por desacato al Tribunal.

Oigan, esto no es chiste, está ocurriendo en España mientras los españoles van al paro. Por fin conoceremos quién mató a Lorca, y pediremos reparación inmediata (yo creo que debemos darle un Nobel honorífico o algo así, o el Cervantes, Planeta y Príncipe de Asturias, todos en un pack, y como Lorca no podrá recogerlos, que lo haga Garzón de la mano de mamá Bardem y que la SGAE cobre los derechos de emisión por televisión).

El juez se muestra competente para juzgar a nadie sobre lo que no existen declaraciones y sin posibilidad de defensa para los acusados.

Pues yo me declaro competente para denunciar su incompetencia, ésta intelectual, jurídica, social y política.

Garzón, juez imparcial de la guera civil, Zapatero pretendiendo refundar el capitalismo, y mamá Bardem induciendo a que las mujeres aborten (¿por qué nadie le animó a ella a hacerlo?)

Con estos mimbres quién necesita empleo.

martes, 14 de octubre de 2008

¿Qué fácil es gobernar cuando lo hacen por ti?

Y es que no hay mejor excusa que las medidas concertadas para tapar las vergüenzas propias. Para aseverar la internacionalización de la crisis financiera no es necesario ser doctor en Economía, y que determinadas medidas económicas son de naturaleza coordinada también es obvio desde el punto y momento que es una entidad europea la que fija la política de tipos de referencia e interviene en el tipo de cambio de nuestra moneda.

Sin embargo, no se ha tomado ninguna medida para el caso concreto de España. Los bancos ya tienen lo que necesitaban, pero, ¿ y el resto de las empresas? A base de EREs, se despide a trabajadores en edad madura, pero siempre en edad de producir, para que sea papá Estado quien asuma la desinversión de las empresas españolas.

Por otro lado, sabido es que la carga hipotecaria es, junto con la inestabilidad en el empleo y el aumento sin control de los precios de bienes primarios (alimentación, energía), los principales problemas de las familias españolas. Ante esto, el PP propuso en el Parlamento, aumentar las deducciones por compra de vivienda, medida que permite aumentar la renta neta disponible de las familias. Pero esta medida requiere tomar una decisión, y este Gobierno solo está o para reunirse con quien haga falta, mediando foto de por medio, o que otros le hagan los deberes.

Es necesaria una reconversión profunda de la industria española (al hablar de industria me refiero a cualquier actividad económica) y fundamentalmente un reequilibrio del mercado laboral.

Ambas son tareas de largo alcance, que requieren un cambio cultural y medidas de apoyo institucional y que todavía no ha destapado las carencias españolas por la simple razón de que el tráfico de capital humano todavía no ha llegado a España, pero llegará.

Es decir, cuando personal cualificado afinque en España y se creen empresas en España con mentalidad europea, donde los sindicatos tengan ni más ni menos que el papel que les corresponde, donde el empresario priorice la inversión sobre la ganancia rápida, donde se exija calidad en el desempeño del trabajo y donde esto se mida en términos de productividad y costes de oportunidad, los españoles y las empresas españolas empezaremos a tener problemas de verdad.

Sólo tenemos a favor, y no es poco, el conocimiento que el español tiene de sí mismo, pero todo se aprende y más cuando cada vez hay menos españoles y más de todos sitios. Es evidente que los ingenieros, médicos, economistas, abogados, técnicos, licenciados, investigadores, catedráticos europeos no ansían trabajar en España, pero al final todo llegará, y en ese momento o estamos preparados o será mejor que nuestros licenciados en ADE, con máster de prestigio y conocimiento bilingüe de tres idiomas se acostumbren a trabajar en la caja de una oficina bancaria de la costa, y que nuestros licenciados en Derecho con prácticas procesales se acostumbren a hacer las fotocopias de los bufettes que pronto llegarán a España. Y en esto, el gobierno está llendo a por uvas.

La inmediatez de la crisis internacional provoca que se requieran medidas globales, pero éstas son insuficientes porque los problemas españoles no son los mismos que en el resto de Europa: el paro, la inflación, la deuda hipotecaria, la falta de liquidez en las familias, nuestra desastrosa balanza de pagos, son algunas de nuestras principales rémoras que van a hacer que la crisis deje sangre en España.

Si Zapatero cree que todo está hecho porque se lo ha dicho Sarko, aviados estamos.

jueves, 9 de octubre de 2008

Prueba y error: un método denostado pero siempre utilizado

Lo último que nos quedaba por ver es una acción conjunta de los principales bancos centrales de reducir los tipos de interés. Otra medida más que se adopta sin medir sus repercusiones.

Los precios del petróleo, la crisis financiera, la crisis inmobiliaria. Todas las causas son propias de cada escenario, y aunque éstos estén relacionados, no se pueden tratar con medidas globales sino propias de cada uno de ellos. Las mismas medidas adoptadas en EEUU, Francia o Alemania no tienen por qué ser acertadas en España, sensu contrario, lo que haga Zapatero, estoy seguro que no lo copiará nadie en su ámbito.

Primero la intervención estatal en los errores de iniciativas privadas, después la garantía de depósitos generalizada, ahora la bajada de tipos de interés concertada, y el parámetro de referencia para contrastar el alcance de la medida es la evolución de las bolsas en los mercados financieros. Pero ¿estamos todos locos?¿ Desde cuándo las bolsas son reflejo de una crisis monetaria?

Yo en esto soy muy torpe, pero voy a darle al sentido común. Si las bolsas caen es porque se venden acciones, lo que implica que hay gente que liquida activos financieros por dinero. ¿No era eso lo que necesitaba el sistema, dinero?

Seguiré con esto del sentido común que me está gustando. Si se bajan los tipos de interés oficiales, deberían disminuir en la misma medida los tipos de interés referenciados al tipo de interés general, como el euribor, ello supondrá disminución de las cuotas de los que pagamos una hipoteca, pero mientras eso llega (a cada uno en su revisión, semestral o anual) esas medidas no aportan liquidez inmediata al sistema, por lo que nadie pensará que esta medida producirá efecto a corto plazo, ¿o sí?

Existe un viejo brocardo que dice que los economistas son esas personas incapaces de predecir un desastre pero ser expertos en explicar por qué se han producido. En la antigua escuela, a eso le llamábamos método de la prueba y error, es decir, toma una medida, más o menos basada en la experiencia y la intuición, y comprueba el éxito o la bondad de ésta. Si produce los efectos oportunos, perfecto, medalla colgada, y si no, prueba otra medida, siempre se puede tomar otra hasta que se acierte y, medalla colgada.

No es muy científica y desde luego no es el método que quisiéramos que se aplicara en otros campos como la Medicina. la Arquitectura o la Ingeniería, pero en Economía y en política ( ésta en minúscula, no merece más) es universalmente utilizado y sin coste alguno, porque no existe posibilidad de echar marcha atrás y adoptar otra medida para constatar lo que se denomina el coste el oportunidad de la medida, es decir, qué dejamos de ganar por el hecho de haber adoptado otro camino diferente.

Y es que cuando los políticos (expertos donde los haya en economía) son los que toman decisiones asesorados por economistas de lujo (bastante alejados de la economía real), solo existe un método posible de decisión, el peor de todos, pero el único que conocen: prueba y error. La ciencia para los científicos. Qué sabran ellos de crisis económicas.

Pongamos el ejemplo de España. Se toman medidas macroeconómicas que se pretende que lleguen a los agentes económicos por excelencia (familias y empresas), y además de forma inmediata. Es una forma de actuar que dirían los anglosajones, "top- down".

A mí el sentido común (que también tiene traducción anglosajona, "common sense", luego lo conocen) me dice que lo primero sería identificar qué le ocurre a las familias y a las empresas y después tratar el problema, no actuar a ver si el problema desaparece con medidas sin diagnóstico certero.

Y lo que les ocurre es que las hipotecas les estan matando a unos, las familas, lo que hace disminuir el consumo, y ello repercute en las ventas de los otros, las empresas que, por su parte, son incapaces de bajar los precios porque operativamente no son competitivos, no hay margen más que para el despido.

La crisis inmobiliaria lo que ha destapado ha sido el desequilibrio profesional de España, su falta de competitividad, la cultura del pelotazo y el culto al dinero fácil. El esfuerzo, el trabajo bien hecho, la preparación y formación han sido permanentemente arrinconados.

No es necesaria cualificación ni titulación alguna para ser albañil, contratista, camarero o informático. Cualquiera que diga que sabe puede trabajar en un montón de actividades, lo que repercute en la compettividad de la actividad (por ejemplo, cualquiera puede ser político, ¿verdad Pepiño?). Eso es lo que ha ocurrido en España, que ha sido tanta la oferta de trabajo que cualquier pelanas ha ganado mucho dinero por trabajos sin calidad, y cuando los tipos de interés han subido, muchos se han ahorcado, porque tampoco existía cultura del ahorro. Se invertía en más ladrillo, una actividad de baja calidad.

Como las empresas no venden, no tienen necesidad de invertir y sí de desinvertir, por la vía de la reducción de empleo contratado como consecuencia de la disminución de actividad, lo que provoca que el Estado actúe subsidiariamente por la vía de los seguros de desempleo, por lo que se necesita más impuestos para pagar esas obligaciones, lo que se detrae otra vez de las familias y empresas. A eso le llaman los expertos "flujo circular de la renta". Vamos, que los que trabajan salen penalizados por trabajar.

Los problemas de inversión los tienen los que inician su emancipación familiar o los que inician su andadura empresarial, que hoy, por desgracia, son los menos. El resto está descansando en sus cuarteles de invierno, que son los más.

Por tanto las medidas deben ir encaminadas a curar la enfermedad y no los síntomas (viejo axioma médico).

Señores expertos, consejo de un inexperto: mejoren la competitividad de las empresas, reduzcan la presión fiscal a familias y empresas, insten a la bajada de tipos interbancarios, y hagan lo posible por favorecer el aumento del consumo, no de la inversión, que ya llegará como consecuencia del primero. Mejorando la competitividad y promoviendo la competencia los precios bajarán, lo que bajará el IPC, al aumentar el consumo se aumenta la actividad, lo que aumentará la oferta de trabajo, lo que disminuirá la necesidad de aumentar la presión fiscal, y el flujo circular de la renta girará en sentido contrario.

La inversión aumentará cuando lo haga el consumo, y éste cuando exista liquidez para gastar. Estamos en la sociedad del consumo desmesurado. La gente no gasta no porque no quiere, sino porque no tiene. Se lo están llevando los bancos (hipotecas) y los Estados (impuestos). Promuevan la cultura de la perfección y el trabajo de calidad, no castiguen ni penalicen la actividad, controlen y supervisen la actividad pero dejen que los agentes económicos actúen, y usteden dejen de jugar al juego de los barcos.

A3: agua; B5: tocado; B6: agua ("me cachis"). Este método no es serio.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Inyección de liquidez, pero con mis impuestos

El presidente del Gobierno, al igual que han hecho otros Ejecutivos, ha decidido inyectar liquidez a la banca con el fin de que den créditos a empresas y particulares. Según dicen, se trata de un problema de falta de liquidez en los bancos. Como siempre se han olvidado de la falta de liquidez en las familias y las empresas.

Las familias no piden créditos, no porque no se los concedan, sino porque tenemos unos tipos de interés disparados, una tasa de IPC altísima, y lo peor, una tasa de paro creciente y sin asomar la cima, lo que quita capacidad de endeudamiento a las familias y empresas y hace caer lo que los economistas llaman la propensión marginal al consumo, esto es, las ganas que tenemos de ir de compras, coeficiente con un valor entre cero y uno, y que ahora se encuentra, en España, cercana a cero, sobre todo en bienes de segunda o tercera necesidad. Ello repercute en el consumo de estos bienes y en nuevas operaciones de endeudamiento a largo plazo: pisos y coches, en el caso de las familias, o inversiones a largo plazo en las empresas, que luchan por sobrevivir para vender sus productos servicios en este entorno de caída del consumo.

En España, el problema reside en la economía real (en el último año limones +48%, aceite +21%, casi 2.6 millones de parados,..), y eso no ocurre en el resto de países que han adoptado esta medida, con tasas de paro inferiores e IPC contenido. El problema reside en que son las entidades financieras las que no se fían unas de otras, y por eso el tipo de interés interbancario, ése al que se prestan entre ellas el dinero, está por la nubes, lo que repercuten a sus clientes. Así, no es posible pedir un crédito.

El Gobierno, sí está para garantizar los depósitos, y lo pudo haber hecho antes, pero no lo hizo. Desde hace veinte años que se fijo el importe mínimo de veinte mil euros en Europa de garantía de depósitos. Esta cantidad no se actualizado ni siquiera su propio valor en el tiempo. En tiempos de Aznar, cuando el ciclo era expansivo, esta medida hubiera sido inflacionista y no existían indicios de calentamiento económico, ni la gente ahorraba, pero en los últimos dos años, los indicadores avisaban en España del calentamiento de nuestra economía y no se hizo nada. Sin embargo, aunque tarde, bienvenida la medida.

La línea de aval del Gobierno propuesta por el PP, sí parece una buena opción, porque entre otras cosas no implica un gasto directo y exige mayor observacia de cada operación crediticia. La medida del Presidente, inyecta dinero de los contribuyentes a los mismos que nos han llevado a esta situación, de esta forma se reduce la necesidad de fiarse del contrario y no acudir al mercado interbancario, y luego dicen que nuestros depósitos están asegurados.

Es obvio que la banca siempre gana, y con un Gobierno de izquierdas mucho más.

jueves, 2 de octubre de 2008

Maria Teresa Fernández de la Vega: el modelo del miedo

Que la izquierda es mentirosa, lo sabíamos, que lo podemos demostrar, también lo sabemos (http://es.youtube.com/watch?v=Oy-y55Me_t0), que la Vicepresidenta representa el carcamalismo de la izquierda queda de manifiesto en el video que indico, pero lo que más repugnancia me da es el estoicismo de la Vicepresidenta del Gobierno de España dirigiéndose a la opinión pública desde la tribuna de la Portavocía del Gobierno mintiendo sin necesidad de esfuerzo. Llegan , incluso, a creerse sus propias mentiras. Son como el prisionero del mito de la cueva de Platón. Y es tal la seguridad en sí mismos que llegan a convencer a aquéllos necesitados de escuchar lo que quieren oír.

Mucho se ha criticado a la derecha española (sí, derecha, lo siento, pero nos sentamos a la derecha en el Congreso, y por eso nos llamamos derecha, ¿lo has entendido Gallardón?), que no emplee las mismas armas que la izquierda, que mintamos si es necesario para obtener más votos, y si te pillan en la mentira, que con toda la desfachatez del mundo se niegue, pero es que hasta para eso hay que valer.


Hay que tener en cuenta que la mayoría de la izquierda proviene del sindicalismo rancio, de ese que no se preocupa por los trabajadores sino por no trabajar (a diferencia de los verdaderos sindicalistas que se esfuerzan por mejorar las condiciones d los demás y no las propias). Son personas que nacieron para vivir del cuento, intentar "liberarse" (no me digan que el término "liberado" no es revelador), y su máxima recompensa es justificar por qué se le debe seguir pagando el sueldo a una persona que no trabaja (el último ejemplo de la fantástica y nunca bien pagada y reconocida labor sindical la sufrió ayer el consejero Güemes en Madrid), y claro, cuando uno ha nacido para engañar, estafar, mentir, llega un momento que ha depurado tanto la técnica que no le supone esfuerzo.


No, no creo que la derecha deba utilizar más herramientas que la capacidad de gestión allí donde gobierna, y demostrar que los valores ideológicos liberal-conservadores producen más bienestar al conjunto de los ciudadanos.

La ideología socialista se asienta en el principio de conservar el poder a cualquier costa para inducir una forma de pensamiento único en la sociedad, y para ello utilizan tanto las instituciones del Estado, como los medios de comunicación. De esta manera, cuando temporalmente pierdan el poder, la derecha gobernará teniendo muy presentes presupuestos puramente de izquierdas.

Un ejemplo de lo que digo ocurre en la Comunidad de Madrid. La Presidenta, que presume de liberal donde las haya, se jacta de construir más vivienda protegida que Cataluña, Extremadura, Andalucía y Castilla- La Mancha, juntas y sumadas, como dice ella. En mi tierra a eso le llamamos intervenir en el mercado inmobiliario, y lo ha estado haciendo incluso en épocas de prosperidad económica, y con tasas de paro en la comunidad que rayaban la tasa friccional de paro, es decir, la que no es posible bajar como consecuencia de la propia mecánica de la contratación y cambios de trabajo.

Otro ejemplo lo representan las obras públicas, en las que se retrasan sine die infraestructuras necesarias para la seguridad de las personas en determinadas carreteras para no talar determinados árboles.

Y esa es la gran falacia de la izquierda. Presentar como universal y únanimemente demostrado que el pensamiento socialista es el que verdaderamente representa el progreso.

Pero no debemos caer ni en la tentación de coger el camino fácil y crear bases clientelistas, como hace el PSOE, por ejemplo con los pseudoartistas (me refiero a esos que van a recibir más de cien millones de euros en 2009 porque nadie quiere ver sus películas), ni en el desánimo de pensar que no seremos capaces de gobernar atendiendo a criterios liberal- conservadores. Y aquí tengo que citar que, efectivamente Esperanza Aguirre representa, más o menos, ese carácter, y demuestra que la gestión de derechas produce bienestar para todos. Mientras el PSOE de Madrid es capaz, con el mismo desparpajo de su correligionaria Vicepresidenta, de decir que los presupuestos generales del Estado son, dentro de la austeridad, buenos para Madrid

Y es que la izquierda, a pesar de lo que se piensa, es incorruptible... No hay forma de inducirles a que digan la verdad.

martes, 30 de septiembre de 2008

Montesquieu no estaba muerto, estaba de parranda

Aún queda alguna esperanza. Montesquieu aún colea, pero no en Europa, sino en EEUU. Ayer el Congreso de ese país votó contrariamente al plan económico del Presidente Bush.

Ello infiere que sí existe separación de poderes en EEUU, y si bien los partidos políticos no son lo que aquí entendemos por el término, sí es cierto que los controles entre los diferentes poderes funcionan.

Lo importante no es que su propio partido haya sido el que haya votado en contra, sino que no existe disciplina de voto y por tanto, lo que el líder diga no tiene por qué sentar cátedra, como ocurre en España. ¿Nos imaginamos al PSOE votando en contra de lo propuesto por el Presidente Zapatero? Aunque, para ser justos la pregunta correcta sería ¿votaría cada miembro del grupo parlamentario mayoritario alguna vez en conciencia, aún en contra de lo que el Jefe del Ejecutivo establezca?

Lo cierto es que no debemos comparar ambos sistemas políticos pues las diferencias son tantas que la comparación estaría desvirtuada. Para comenzar, los congresistas se deben ganar sus propias elecciones, pues éstos se eligen mediante listas abiertas y no cerradas como ocurre en España. El ciudadano vota personas y no partidos.

Ello no está demostrado que sea ni mejor ni peor. Si estuviera demostrado todos los países tenderían a adoptar similares formas políticas, pero sí presenta una ventaja espectacular difícilmente compensable con una desventaja similar, y es que los controles políticos funcionan, y el Legislativo legisla, el Ejecutivo ejecuta y el Judicial juzga, y además los tres son votados por los ciudadanos (si bien mediante un sistema electoral totalmente diferente al español). Esto hace que cada miembro del Legislativo responda directamente, no ante su jefe, sino ante los ciudadanos. No existe, por tanto, disciplina de partido.

En cuanto al objeto de la votación, es muy difícil pronunciarse en un sentido u otro con el nivel de información disponible, pero teóricamente, en mi opinión la postura del Ejecutivo debería ser la de "que cada palo aguante su vela". Bancos dirigidos por gestores ávidos de riqueza rápida que creían segura, caen por errores en su gestión y el pagano se pretende que sea el que ha actuado con prudencia y correctamente.

Hay que entender que los ciudadanos americanos, y son muchos, ya han perdido mucho en esta crisis con el valor menguante de sus acciones, y ahora se pretende que, a través de imposición fiscal, ayuden a reflotar entidades que gestionaron mal.

Es cierto que las consecuencias serán terribles, pero lo serán para los incautos. Si se rescata a estas empresas, ¿qué impedira que esto vuelva a suceder?¿una agencia gubernamental o transnacional regirá el libre mercado?¿Queremos el socialismo cosmopolita?

Lo que sí debe ser legislado es la trasparencia en la información y el control ante el fraude que provoca que las empresas durante periodos largos de tiempo sean capaces de modificar y maquillar las cifras. Que cuando las empresas y particulares inviertan lo hagan sabiendo dónde, cómo y con qué riesgo lo hacen, y a partir de ahí, "que cada palo aguante su vela", y el regulador a controlar qué se hace, según unas reglas del juego preestablecidas y conocidas por todos, y por tanto jugadas por todos en los mismos términos.

No es posible que si te llamas John Smith y te arruinas, tu salida sea pegarte un tiro porque no le importas a nadie, pero si te llamas Lehmman Brothers, entonces se justifique la ayuda de los contribuyentes y la intervención estatal.

Y no debo ir muy desencaminado, porque si Zapatero piensa lo mismo que Bush en materia económica, es evidente que Bush se equivoca, esté por quien esté asesorado..., Bush se entiende.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Y la política de signos llega a la Economía

Conocida la incompetencia del actual Ejecutivo en materia económica, ahora toca verificarla. Para ello, el Presidente Zapatero quiere invitar a Rajoy a hablar de Economía, que debe ser algo así como si yo invito a mi madre para hablar de cómo construir catedrales góticas.

En una nueva versión de la práctica de la política de signos vacíos de la izquierda, Zapatero pretende hacerse la foto con Rajoy para intentar trasladar la idea de que el desastre económico que padecemos no es consecuencia del Gobierno, que las causas son exclusivamente externas y que es necesario un pacto de Estado, en el que la izquierda decida y el PP transija, sensu contrario, el PP será un desleal que quiere obtener rédito electoral.

La inoportunidad de la invitación es tal que se realiza justo cuando el Vicepresidente económico ha presentado el borrador de Presupuestos para el próximo año en el Congreso. ¿No es ése el foro donde deben hablar de economía los dos líderes?¿ A qué viene entonces la invitación?¿Qué desprecio al resto de fuerzas políticas es el que se está representando?¿Qué falta de respeto se está preparando hacia las Cortes?

Sin embargo, no voy a caer en la tentación de comentar solo acerca del signo, como siempre vacío, hueco, sin propuesta, y con el único interés de presentarse ante la sociedad como un ser dialogante. Es la forma de tapar la ignorancia y la inoperancia.

En materia económica, es necesario fijar un escenario realista e incluso algo pesimista en el que se fijen claramente los ingresos esperados y el gasto corriente, de forma que no se eleve por encima del 1% del PIB el déficit del Estado.

Para ello, será necesario limitar las partidas superfluas como la publicidad institucional (500 millones de euros en 2007), fondos a determinadas ONG´s de dudosa eficacia y más dudosa solidaridad, ajustar la oferta de empleo público al mínimo imprescindible, mejorar los costes operativos de la Administración (teléfono, luz, papel, agua, gas, combustibles, viajes, materiales de oficina...), liberalizar la gestión de servicios públicos, como las Universidades y controlar el fraude fiscal. Existen muchas más medidas y todas deben ir encaminadas a fijar un escenario de duras dificultades, tipos de interés relativamente estables a lo largo de 2009 (cuando el IPC comience a bajar, es previsible que el tipo de interés baje entre 0.25 y 0.5 durante 2009), pero con aumento de la tasa de paro y descenso de la tasa de empleo, lo que implica disminución de ingresos por IRPF, Seguridad Social y aumento de las prestaciones por desempleo.

Sin embargo, la izquierda se ha demostrado incapaz de capear periodos de crisis económica, más bien los acentúan, porque su objetivo no es la correcta gestión de los fondos públicos, sino gestionar las expectativas de los ciudadanos, de forma que consigan mantenerse en el poder cuatro años más.

Ahora, pretenden que el coste político de la crisis sea nulo o moderado, trasladando la opinión de que ellos no son culpables de lo que pasa. Antes el barril de petróleo, ahora la crisis financiera americana, después ... Y es que no existen crisis económicas monocausales, ni se trata de fenómenos a los que se llega por contagio. Se participa de ellas, como también se participa de los periodos de expansión económica. En España, no tenemos los problemas que tiene en Estados Unidos. Su problema tiene que ver con la economía financiera, nuestro problema tiene que ver con la economía real: no somos competitivos y además hacemos lo que cualquiera es capaz de hacer. Afortunadamente el sol permitirá seguir abriendo bares y restaurantes, pero de eso solo no vive un país y el negocio de las casas no tendrá nunca más el crecimiento que ya ha tenido.

Como muestra, un botón. En todos los ránkings de universidades mundiales, la primera universidad española no aparece hasta prácticamente la posición doscientos. El país que se vanagloria de ser la octava potencia mundial tiene uno de los peores sistemas educativos del mundo. Nuestra capacidad investigadora es decreciente y nuestros buenos investigadores emigran en busca de mejores oportunidades a universidads extranjeras. Nosotros también emigramos. Nuestros médicos, ingenieros, economistas, arquitectos, se van fuera en busca de lo que España les niega. España está para importar ciudadoras, asistentes de hogar, albañiles, camareros, vamos, personal de muy alta cualificación (en verdad hay que decir que cada vez echo más de menos al auténtico camarero, el que de verdad conocía su profesión, y no esta legión de tiraplatos que no han conocido nunca lo que significa la palabra servicio, cliente, comensal o invitado).

El tejido empresarial de España, fundamentalmente está en manos de PYMES y autopatronos, a los que hay que sumar un elevadísimo número de funcionarios de todas las administraciones, lo que hace que no se generen las economías de escala suficientes para que las PYMES dediquen recursos a la I+D.

¿Sería muy complicado que el Estado pusiera de acuerdo a los investigadores y a las PYMES para mejorar la competitividad de la empresa española?¿Es posible que los institutos de FP formen a profesionales de calidad?¿Por qué exiten solo los números clausus de entrada en las facultades y no los números clausus de salida?¿Es lógico que alguien pueda ser médico porque ha tenido una alta nota en el examen de valenciano, inglés, filosofía o comentario de texto y le nieguen esa posibilidad a auténticas vocaciones?¿Por qué no se fomenta la competencia entre los alumnos y se exige un número máximo de titulados por promoción?¿Es posible que los exámenes de selectividad solo sean de las asignaturas que tengan que ver con las carreras a las que optan? Se supone que al aprobar segundo de bachillerato ya han demostrado sus conocimientos en las asignaturas comunes. Esto sí es responsabilidad del Gobierno y no dedicar los recursos del ICO a rescatar inmobiliarias en periodos preelectorales para que no se declaren insolventes, en suspensión de pagos o quiebra técnica.

La crisis financiera en EEUU pasará, y aprenderán y volverán a la senda del éxito, porque su economía real es fuerte, su estructura profesional es equilibrada, son competitivos, sus salarios adecuados, tienen un tejido investigador importantísimo, se valora la excelencia, el trabajo y el esfuerzo y el sentimiento de seguridad en sí mismos es grande. Lo mismo ocurre en Alemania, Francia (ese país que pronto será superado por España según Zapatero), Canadá, Japón, o países escandinavos.

En España, seguiremos a remolque de los acontecimientos. Venderemos cuando exista exceso de demanda, y dependeremos, aunque cada vez menos, del consumo interno, pero nos afectará más que a nadie nuestra debilidad competitiva, nuestro lastre funcionarial y nuestra picaresca del negocio rápido y sin esfuerzo, sin contar con la soberbia que supone no necesitar formación adecuada ni la investigación. Eso es pensar a largo plazo, y nosotros queremos rentabilidades a corto con profesionales escasamente cualificados y por ello primero el turismo y después el ladrillo han sido los motores de nuestra actividad.

Y mientras la Universidad y los centros de Formación Profesional, que son los que te capacitan para trabajar, no exijan mejor rendimiento, se reconozca la figura del investigador y la empresa española no sea consciente de la necesidad de pensar más allá de los próximos cinco años, cualquier constipado fuera será una pulmonía en España. Mientras tanto, que Zapatero y Rajoy hablen de Economía.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Zapatero: un espantajo en la ONU

Ve el burro la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio. Zapatero está sembrando en Estados Unidos una de sus peores hazañas internacionales como político.

Primero, intentó, lo que es de alabar, convencer a los empresarios estadounidenses de la oportunidad que supone invertir en España. El problema es que su ignorancia en temas económicos le precedía, y los empresarios no mandaron a sus primeros espadas, sino a subalternos sin ninguna capacidad de decisión.

Y, por el resultado, la decisión fue acertada. El Presidente contó lo que ya sabían, no propuso ninguna medida para salir del atasco que sufre España, al borde de la recesión (claro, que eso hubiera tenido bemoles, porque aquí en España tampoco ha dicho cómo salir de ésta) y para colmo, y es lo peor que se le puede decir a un empresario, fue el típico vendedor de humo, nada creíble en su diagnóstico y totalmente incoherente en las propuestas.

La información económica de España, la conocen ellos mejor que el Presidente, y éste lo que debería haberse marcado como objetivo es ofrecer medidas concretas para facilitar la entrada de capital estadounidense. Medidas liberalizadoras, que fomenten la competencia y que eliminen barreras de entrada burocráticas. Eso es lo que se espera de un dirigente político, y no el esperpento que hizo en un hotel de superlujo ( Waldorf Astoria), con una puesta en escena patética donde en vez de presidir la reunión dos banderas, una estadounidense y otra española, el presidente tenía detrás los aparatos que controlaban el sonido de los micrófonos y altavoces. Memorable.

La siguiente azaña de este periplo lo constituye la agenda de España en el exterior. Seguimos siendo ninguneados por los países con lo que le gusta compararse al Presidente, y no tuvo reparos en anunciar que dentro de cuatro o cinco años la renta per cápita de los españoles superará la de Francia: muy opotuno, pero vista la capacidad del Presidente para hacer prediciones, creo que lo mejor hubiera sido no pavonearse por Estados Unidos. No está el horno para bollos.

Y por último, su discurso en la sede de la ONU. Acabar con la pena de muerte a partir de 2015(loable petición, utópica, pero loable, está muy bien), dedicar más recursos para acabar con la pobreza en el mundo (también muy loable, pero más utópica todavía que la anterior. Esto ya parece la carta a los Reyes Magos) y por último, la advertencia: que los países pobres no sean los paganos de la crisis internacional. Esto ya rayó la locura. Es decir, que no sabes cómo vas a hacer frente al problema que tienes en España para pagar las prestaciones por desempleo, hemos entrado en un déficit que supera el 1.3% de nuestro PIB, te estás cargando las reservas destinadas a presevar las pensionesy te atreves a pedir a los demás que sigan dedicando recursos a acabar con la pobreza, ¡claro que, tu aportación a la erradicación de la pobreza ha sido permitir durante casi cinco años la entrada masiva de ilegales en España!

Y es que Zapatero no se ha enterado de que los franceses son primero franceses y después europeos, y si queda algo después ciudadanos del mundo, los ingleses, estadounidenses, israelíes, autralianos, canadienses, alemanes, tres cuartos de lo mismo. Zapatero es que se considera primero ciudadano el mundo (por ello aspira a desempeñar un cargo en la ONU), después amigo de dictadores (Chávez, Mohamed VI, Castro) y siempre rojo y feminista, y para ello utiliza a España.

No es la política exterior lo mejor de este Gobierno, pero visto el nivel del resto casi, casi, me quedo con Moratinos (¿esto lo he pensado yo?).

jueves, 25 de septiembre de 2008

Me cargo la educación concertada

Desde este rincón siempre he sido contrario a la denominada enseñanza concertada y hoy quiero explicar por qué.

En España, tradicionalmente han existido dos modelos de enseñanza: público y privado. El sistema privado, casi siempre en manos de congregaciones religiosas, gozaba de mayor aceptación en la población por su calidad respecto al sistema público.

Fue el PSOE en la III Legislatura cuando creó el sistema de enseñaza concertado, fundamentalmente para acercar esa enseñanza de calidad a todos los ciudadanos que, por desgracia no podían hacer frente al coste que suponía.

Podía el PSOE haber optado por la inversión en enseñanza pública y elevar sus cotas de calidad, pero prefirió desinvertir en el sistema público en la enseñanza obligatoria, como también hizo en Formación Profesional. El objetivo era, que vía subvención el Estado interviniera en el ideario de los centros que se acogieran al concierto que, repito, en muchos casos estaba en manos del clero.

Desde entonces, y una vez finalizada la trasferencia de las competencias educativas a las CCAA, todo el que lo desea puede acceder a una enseñanza privada de calidad.

Parece la cuadratura del círculo: los padres tienen la enseñanza que quieren, el Estado interviene en el ideario del colegio, a los padres se les da voz y voto en la gestión interna del centro a través de las asociaciones de padres de alumnos, y el clero mantiene su cuota de clientes. Todos contentos.

El problema reside en que siguen existiendo centros privados que no han querido "prostituir" su ideario a cambio de dinero, y la Constitución reza, aunque torpemente, que la enseñanza básica es obligatoria y gratuita (vamos, que se paga entre los contribuyentes), por lo que ese 13% de padres que llevan a sus hijos a centros privados están siendo estafados por el Estado.

La respuesta no puede ser que existen centros públicos sustitutorios, pues, si mañana todos decidieran asistir a centros públicos, el sistema se vendría abajo, y además se limitaría el derecho de los padres a educar a sus hijos como crean oportuno y no como lo crea oportuno el Estado.

Por este motivo, estoy especialmente a favor de la medida propuesta por el PP de Madrid de que los gastos en educación sean desgravables. Ello supone una medida no inflacionista, como ocurre con el famoso y demandado cheque-educación, y permite asegurar la libre elección de los padres, y los centros no tiene por qué renunciar a su ideario.

Y el principal motivo por el que estoy en contra del concierto es precisamente porque los padres desconocen hasta qué punto el centro debe modificar ese ideario y hasta qué punto la Administración incide en el currículo del centro o en las decisiones del claustro. Esto es totalmente ajeno a los padres.

La alternativa es clara: volver a los dos modelos de enseñanza, público y privado, con deducciones (no desgravaciones) en la base por los gastos incurridos en la enseñanza privada obligatoria y desgravaciones en los gastos incurridos en la enseñanza privada no obligatoria, y en la que los padres solo hagan frente a los gastos de las actividades extraescolares, comedor, uniformidad y horarios ampliados, siendo el transporte, libros de texto, material escolar y la enseñanaza propiamente dicha a cargo de las CCAA en su etapa obligatoria, de 6 a 16 años.

No es justo que las Adeministraciones subvencionen la enseñanaza no obligatoria desde las escuelas infantiles de cero a tres años hasta la enseñanza universitaria, mientras existan padres que tengan que pagar la enseñanza obligatoria a sus hijos.

De esta forma, se deja a la iniciativa privada la apertura de centros de enseñanza en función de la demanda, y el Estado llegaría donde la enseñanza privada no llegue, para asegurar que todos los ciudadanos reciben la educación obligatoria, y no como ahora, que existe una presión de demanda sobre los centros concertados que está provocando, desde situaciones dantescas de padres que hacen lo que sea para que sus hijo accedan a un centro concertado, las medidas que adoptan algunos centros concertados para limitar el acceso de alumnos "no deseados", hasta la estéril discusión sobre el modelo público y el privado.

Al Estado le corresponde, por un lado, el establecimiento del currículo educativo, y por otro ser el agente subsidiario que llegue donde la iniciativa privada no lo haga, amén de soportar el coste de la enseñanza obligatoria como le manda la Constitución, lo que no ocurre hoy, como lo demuestra el hecho de que no existen plazas públicas suficientes en ninguna Comunidad Autónoma para todos los alumnos que actualmente están en el sistema privado.

Y todo esto es, en mi opinión, la visión liberal de la enseñanza: libre elección de los padres en la educación de sus hijos, libre acción a la iniciativa empresarial laica o religiosa sin tener que renunciar a su ideario educativo, y al Estado se le reserva el papel de unificador de la enseñanza en España, a través del currículo académico, el papel subsidiario donde la iniciativa privada no llegue, y el sostenimiento de la educación obligatoria.

Cualquier otra componenda es cualquier cosa menos liberal.