viernes, 31 de octubre de 2008

La Monarquía republicana la monta

La progresía izquierdista está que trina. Pilar Urbano ha encontrado lo que cualquier izquierdista desea, que otros le hagan ganar dinero, mientras los adalides defensores del pensamiento único protestan por las confidencias de la Reina a la periodista acerca del aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo o la eutanasia.

Por alguna extraña razón, y siempre que la opinión de la Casa Real no coincida con los intereses de la izquierda, los Reyes deben estar callados. Ya se sabe, no siempre llueve a gusto de todos. Sin embargo, el hecho, ridículo por su valor práctico, me lleva a reflexionar sobre el papel de la Monarquía en España en la actualidad.

Tres son los argumentos que me llevan a mantenerme proclive a aceptar lo que la razón me arrebata. En primer lugar, y debido a las tensiones disgregadoras provocadas por el sistema político español, y que es único en el mundo, solo la Monarquía, la selección española de cualquier deporte, en especial la de fútbol, algunos deportistas, y el jamón y la tortilla de patatas son los únicos elementos comunes que nos quedan, por lo que renunciar a uno de ellos, hoy día me parece un lujo que no nos podemos permitir.

En segundo lugar, es necesario promocionar la marca España, y cada vez que lo hace Zapatero, tiene repercusiones negativas para España. el Rey aún mantiene más o menos intacto su prestigio internacional, al contrario de lo que ocurre con el Presidente del Gobierno.

Y en tercer lugar, porque ¿cuál sería la alternativa, la república? Nuestra experiencia anterior, y han sido dos en los últimos ciento cincuenta años, es que después de una breve República se produce un pronunciamiento militar o un golpe de Estado, por lo que hasta que no exista mejor alternativa, y hoy por hoy eso queda lejos de producirse, no tenemos otra opción ortodoxa. Siempre quedan los experimentos, como el que anuncia la Reina: la monarquía federal.

Me encuentro en una suerte de situación cercana a la que obsesionaba a Maquiavelo, que era republicano convencido, pero anteponía la unificación de Italia a su pasión por el republicanismo, lo que hizo que, en la medida de sus posibilidades ayudara al Príncipe a dirigir Italia de la mejor manera posible, con el objetivo de preservar la identidad de Italia. Ése es el objeto principal de su obra El Príncipe.

Yo todavía no me encuentro en esa tesitura de reflexionar acerca de si soy o no republicano o monárquico, pero me preocupa mucho la deriva intelectual y el escaso sentido de Estado que algunos de sus responsables están teniendo.

La Reina incita a la Monarquía federal, nuevo modelo de estado; el Príncipe de Asturias, ajeno a los asuntos militares se casa por la Iglesia con una periodista progre de izquierdas que, en términos eclesiásticos, vivió amancebada y por tanto en pecado mortal hasta que se divorció legalmente, y que queda lejos de abstenerse en la intervención de la opinión política de los españoles, apareciendo en las cadenas amigas y relacionándose siempre con los mismos periodistas; la Infanta Elena, en un alarde de estiramiento del vocabulario y la semántica españolas interrumpe temporalmente su convivencia conyugal, ¡ y después nos asombramos de que Zapatero no llame crisis a la crisis!

Y por último el Rey, que ha quedado como el secretario becario del Presidente del Gobierno, de forma que se ha cargado el objetivo fundamental de la Monarquía que era asegurar una permanencia ajena a la disputa política, siendo, en palabras del propio Presidente del Gobierno, y nunca desmentidas por él, un monarca muy republicano. Preocupa la quema de fotos del Rey y no preocupa que el Rey no pueda pisar suelo vascongado. Se molestan cuando la publicación El Jueves los caricaturizaron, pero el Príncipe de Asturias todavía no ha pisado suelo norteamericano desde que Zapatero es Presidente, mientras estoicamente soportó que Chavez insultara a España en su presencia desde los balcones de su palacio presidencial y aún no ha visitado las tropas que se encuentran en guerra (o en misiones de paz armados hasta los dientes y repeliendo ataques enemigos, según el nuevo vocabulario socialista).

El revuelo montado tiene efectivamente un ganador claro: felicidades Pilar Urbano.

jueves, 30 de octubre de 2008

Cuando la ideología se convierte en un problema

Está claro que la dirección del PP salido de las últimas elecciones generales y del último congreso nacional ha decidido supeditar la ideología al pragmatismo coyuntural. Se ha hecho del poder el objeto de la política y no su medio.

El Alcalde de Madrid, por lo que la villa representa, es y debe ser un icono representativo del partido al que pertenece, y en las últimas fechas no he conocido mayor retorcimiento de principios que los realizados por este Alcalde.

En primer lugar, el aumento de sueldo para él y más de cien personas de su equipo municipal, superior al 11%, en principio como regularización de los dos ejercicios anteriores. Aunque ni así me salen las cuentas de actualización de sueldo en función del IPC que mantendría el poder adquisitivo del Alcalde, estamos hablando del político mejor pagado de España, muy por encima del Presidente del Gobierno. Todo un ejercicio de empatía, y contención del gasto público. No se preocupe que los sindicatos ya han tomado buena nota para la negociación del próximo convenio colectivo.

En segundo lugar, y debido a la falta de financiación, ha decidido subir los impuestos y tasas municipales, así como la presión recaudatoria en materia de multas y sanciones (especial mención al seguimiento que pretende hacer de las basuras y sus reciclados).

Y, por último, la negativa al permiso de manifestación en contra del aborto solicitada por grupos antiabortistas, que sí contaban con la aprobación de la Delegación del Gobierno en Madrid, responsable de la seguridad en la Comunidad, porque la calle es para los viandantes.

El señor Gallardón, en el último congreso regional del PP proclamó su interés por definirse como centrista. Opina que la proa de un barco se encuentra en el centro, y el centro es lo que dirige la dirección del barco.

Sr Gallardón, me permito el lujo de darle unas pequeñas lecciones de ideología popular, ésa que usted dice conocer,desde hace veinticuatro años y que demuestra no practicar, desde hace casi el mismo tiempo.

Primero, en momentos de crisis, los gobiernos deberían suavizar la presión fiscal, precisamente porque bastante tienen ya empresas y familias con lo que viene de fuera (Mundo, Europa, España), para que el Alcalde suba impuestos y tasas. El caso de las tasas es el más sangrante, porque no conoce ni de rentas ni de situaciones familiares. Todos pagan lo mismo por el mismo servicio. Lo que no puede, encima, es jactarse de gastar 29 millones de euros en funciones que no son de su competencia y a la vez subirse el sueldo y a la vez detraer de la renta familiar más dinero para impuestos y tasas. Eso se llama vasallaje.

Segundo, la acción del Estado, para la ideología popular debe ser limitada no absoluta, y el Ayuntamiento de Madrid pretende vigilar hasta si se reciclan convenientemente los desperdicios, usted que viaja en un coche oficial que contamina más que un autobús. No es un Estado máximo lo que la idología de su partido propugna. Es lo que usted hace, a costa eso sí de la renta de sus vecinos. Eso se llama caciquismo.

Tercero, la calle debe ser para los viandantes, pero usted cierra todos los días las calles para montar un estrado con cámaras por enmedio para promocionar su acción de gobierno. Permítame un poco de demagogia ¿Argumentará igual cuando la manifestación sea por la eutanasia?Cuando se alegró al organizar la caravana del orgullo gay, ¿pensó en los viandantes? Eso se llama populismo.

Por último, se nota que es Alcalde de Madrid y no debe haber subido a un barco en su vida, porque hasta el más tonto del lugar sabe que la proa de un barco es la unión de una derecha (estribor) y una izquierda (babor) a través de una quilla, que es quien mantiene a flote el barco, y en estos momentos existe babor pero no hay estribor. Así, mi capitán, el barco se va a pique.

Para su interés camarada Gallardón, el barco es España, el capitán que lo dirige no está en la proa sino en el puente (en la proa estaba Leonardo di Caprio, y murió), y el barco (España) está escorado a la izquierda, y se necesita que el timón lo haga girar a estribor, precisamente para que el barco, España, siga con rumbo firme hacia el progreso y no derivando por la innavegable ruta de la socialdemocracia populista en la que Zapatero nos ha metido y en la que usted se deja llevar con el único fin de perpetuarse en el poder.

lunes, 27 de octubre de 2008

Repensando el globalismo

Los principales líderes políticos del llamado Primer Mundo, mundo occidental o países más desarrollados, están dispuestos a establecer las pautas de comportamiento capitalista para estos inicios de siglo.

Como se ha puesto de manifiesto, no han sido capaces, al igual que ya ocurrió, a inicios y a finales del siglo pasado, de anticipar las consecuencias sociales que provoca el desarrollo tecnológico.

Este desarrollo provoca, en primer lugar, la apertura de nuevas formas de pensar y de hacer de colectivos sociales, en principio no organizados, que provocan la reacción de los reguladores.

Estas nuevas formas de hacer y pensar han provocado consecuencias, unas de indiscutible progreso para la Humanidad, pero también quedó la puerta abierta para que formas de delito tradicionales encontraran nuevas formas de ejecución.

La avaricia, el egoísmo o, lo que en términos de clásicos griegos, dirían falta de virtud, son características inherentes, no a la especie humana, siguiendo los parámetros tradicionales hobbesianos, sino, en mi opinión, formas de desviación de la conducta humana.

Es decir, yo no creo que la naturaleza humana, por defecto, tienda a la autodestrucción, sino todo lo contrario, pero sí es reconocible que, en ese intento de preservación, surjan conductas autodestructivas que, beneficiando a unos pocos, perjudiquen a la mayoría.

En principio, y para ese menester surgió el consentimiento político que provocó la configuración de los Estados y sus Administraciones, donde se permitía el uso legal de la coerción., incluso física, de forma que los ciudadanos consentían en ser administrados a cambio de ser protegidos, y para que la acción coercitiva fuera proporcional y homogénea.

Llegados a este punto, las formas más abyectas de terrorismo, las prácticas comerciales más egoístas y los planteamientos filosóficos y políticos más controladores del pensamiento humano encuentran en este tiempo protagonizado por ausencia de control sobre la información, el abono más suculento de un campo en el que las desviaciones humanas campan anchas.

Ahora, cuando las circunstancias superan el ánimo político, éstos han decidido poner encima de la mesa su incapacidad para gestionar los intereses de sus Estados de forma autónoma, y han preferido ponerse de acuerdo para acometer reformas coordinadamente, es decir, de manera consensuada, es decir, donde se busca una solución de consenso y no la mejor solución, tal vez porque esa solución no solvente la avaricia y egoísmo de ciertos políticos.

Y en esas España será, asista o no asista a la famosa cumbre, un espectador de tercera fila, sin capacidad de influencia y nula capacidad de decisión. Desde el siglo XVI es lo que ha ocurrido normalmente en España y por ello no creo que el actual Ejecutivo sea culpable de un comportamiento que, en el caso de España, resulta casi identificativo de nuestro Estado, y que, debe reconocerse, fue amortiguado sustancialmente durante el gobierno Aznar.

Pero hemos vuelto a nuestro papel tradicional de asistente de lo que otros deciden y que a nosotros afecta. El problema es que, mientras la última vez que se actuó de forma coordinada, al final de la Segunda Guerra Mundial, los políticos de entonces tenían un sentido de Estado fuera de duda y un nivel intelectual personal de rara coincidencia en el tiempo histórico, los de ahora quedan, intelectualmente, muy mal parados en la comparación con aquéllos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

La Justicia de pandereta

La sinrazón se instala definitivamente en España. Ha descubierto que, como aquí, no la tratan en ningún lado. El último capricho ha sido el lamentable espectáculo que está dando el sistema judicial español.

Los secretarios judiciales se ponen en huelga, ahora para pedir mejores medios con los que hacer su trabajo, ahora que una de ellos ha sido sancionada por incompetente con dos años de empleo y sueldo. Hasta ahora todas las denuncias de este colectivo y demás chanfainas tenían como único objetivo cobrar más.

Por otro lado, los jueces consideran una intromisión intolerable las declaraciones del Gobierno hacia el CGPJ de acuerdo al caso Mari Luz, y, aunque tienen prohibido el derecho a la huelga, ellos han paralizado igualmente el sistema sin perder sueldo, eso sí. Es decir, han hecho lo que se supone que juzgan, el fraude de ley.

Para terminar de cerrar el triángulo escatológico de la Justicia, tenemos un Ministro del ramo más centrado en devolver las tortas que le propinen que en asegurar medios para que la Justicia sea simplemente Justicia.

Y es que cuando existen problemas de base que se tapan corporativamente junto con una mayor actividad judicial porque somos más y delinquimos más, le siente mal a quien le siente, y una manifiesta incompetencia ejecutiva, lo raro es que solo tengamos noticias de una única desgracia del tipo del caso Mari Luz.

Se habla de informatizar la Justicia, pero los jueces no quieren, los funcionarios judiciales no quieren y los cuerpos de seguridad no quieren, y los políticos responsables no saben cómo meter mano a este corporativismo.

El ejemplo de éxito de una administración informatizada, sin duda lo constituye la Agencia Tributaria, por lo que sí es posible, si se quiere, informatizar adecuadamente la Justicia. Por su parte los cuerpos de seguridad del Estado, podrían compartir sus bases de datos, pero no, cada uno defiende su corralito. Por otro lado, los funcionarios podrían utilizar sus ordenadores para trabajar y no para leer el Marca o el Hola, pero están más ocupados pidiendo más salario.

Y, por último el Ministro, que piensa que agilizar la Justicia se resuelve con más Juzgados, lo que implica más jueces, más secretarios judiciales y más funcionarios. ¿Qué tal si pone a trabajar a los que tiene con herramientas que mejoren la eficacia operativa?

No quisiera, ni lo más remotamente, estar en la piel de esos padres que perdieron a Mari Luz, pero no dejo de pensar que pueden estar sintiendo, ¿asco, indignación, impotencia, rabia, indiferencia, todo a la vez, nada de eso?

La no realizada renovación del Tribunal Constitucional, contraria al mandato de la Constitución, la huelga de los jueces, a través de un fraude de ley, los nombramientos políticos del CGPJ, Tribunal Supremo y Constitucional, la ineficacia del sistema judicial, que ampara a los delincuentes, la obsolescencia de las Leyes, que permiten que los padres obliguen a sus hijos menores a que delincan para que no les puedan procesar, el Ministro que piensa que está en su derecho de intervenir en la Justicia a su antojo. Es tal el despropósito que no extraña la unanimidad que existe en el mundo judicial de preferir un mal acuerdo a un buen juicio.

Esa niña y esos padres no merecían, como no merecemos ninguno, este sistema judicial. Y mientras, Garzón, a lo suyo.

martes, 21 de octubre de 2008

La izquierda se reinventa y reinventa a los demás

A la izquierda española no le queda pudor alguno a la hora de patrimonializar conceptos universales para adecuarlos convenientemente a su criterio. Una vez cocinado, se apropia de su nuevo significado y dirige la borrega opinión pública hacia la dirección deseada. Uno de estos procesos de reinvención semántica es la propuesta del Gobierno andaluz de Chaves de solicitar a la RAE que cambie el significado de la palabra eutanasia, para que signifique lo que él diga en el proyecto de ley para legalizar la eutanasia en Andalucía.

La última muestra de esta depurada técnica es la imputada herencia del franquismo al PP. Los dirigentes socialistas reclaman al PP que apoye las investigaciones o tribulaciones del juez Garzón, porque, según su doctrina, es la forma en la que el PP se separaría de la herencia que ahora pesa sobre él del franquismo, Pepiño dixit.

Es decir, los términos franquismo, PP, derecha, son redefinidos por la izquierda y se presenta a la opinión pública su nueva redefinición y su relación. El PP es sucesor del franquismo, hasta que no reniegue de él, lo que supone que, si no reniega continúa como sucesor del franquismo, y si lo hace, reconoce que lo era.

Ya es intelectualmente poco atractiva la ideología socialdemócrata actual y sus derivaciones populistas, pero resulta intolerable que además pretendan llenar de contenido ideológico las tendencias contrarias. Es decir, no solo se encargan de definir la socialdemocracia, sino que se atreven a definir el liberalismo, el papel que debe desempeñar la oposición, cuándo ésta debe asentir disciplinadamente, quién debe ser su portavoz, qué debe pensar la opinión pública (bueno, esto no es necesario, ya se lo dan pensado), quién es heredero de qué (curiosamente ellos no tienen porqué rechazar el asesinato del líder de la oposición el 12 de julio del año 36, Calvo Sotelo, muerto por el PSOE de Indalecio Prieto y Largo Caballero, concretamente Luis Cuenca, guardaespaldas del primero, que lo justificó como contraprestación de la muerte del teniente republicano Castillo).

¿Ha rechazado el PSOE la forma de hacer política del tiro en la nuca al líder de la oposición cuando ellos están en el poder?

¿Puede Garzón recabar información de este asesinato, seis días antes del inicio de lo que él considera que debe ser recordado, juzgado y sentenciado?

El PSOE ha llegado al poder en España en tres ocasiones: en el año 36 tras los sucesos de Asturias del 34, después mataron al líder de la oposición en el 36, y seis días después se inició la guerra civil. Por segunda vez en el año 82, después del intento de golpe de Estado de Tejero, del año 81 y, por último y hasta ahora en el año 2004, después del atentado terrorista en Madrid. ¿Coincidencia o forma de remover a la sociedad?

Tienen la extraña habilidad de crear crisis sociales que provocan desastres de proporciones impredecibles y presentarse después como los salvadores de la sociedad que previamente han machacado. Gracias a ellos, España vive en Paz, ….. Siempre que se viva como ellos quieren.

viernes, 17 de octubre de 2008

Memoria Histórica, desmemoria jurídica

Cuando los acólitos del poder trabajan de forma tan coordinada cabe pensar que, efectivamente existe coordinación, y por tanto premeditación.

Ante la que nos está cayendo encima, y demostrada la incapacidad del Presiente para tomar decisiones en el ámbito económico, se une la palmaria vergüenza de asistir al ninguneo que los líderes políticos mundiales le están haciendo a nuestro Presidente, y a través de él, a España.

Por evidente no deja de ser vergonzante que una serie de decisiones que nos afectan a los españoles se fijen fuera sin tenernos en cuenta, no por ser nosotros, sino porque no sabemos qué ofrecer, y las que nos afectan casi exclusivamente (paro, inflación, tasa de endeudamiento de las familias, descenso de la renta neta disponible, desequilibrio de la balanza de pagos, aumento sin conrol del déficit público, desequilibrios por la parte de la oferta agregada...) no entren dentro de la agenda de nuestro Presidente: " ¿Tomar decisiones? No, por favor. Reunámonos con alguien y que nos hagan una foto"

Ante ello, nada mejor que un barco abortista holandés en Valencia con la presencia de mamá Bardem, o la nada despreciable ayuda de los editores españoles a la causa capitalista que favorece Zapatero.

A todos estos elementos, y mientras se cuece para la próxima primavera la nueva ley de aborto y eutanasia, bienvenidos al circo de la Historia.

El juez socialista Garzón, imparcial como exige su cargo, está dispuesto a reparar las injusticias históricas. Ha empezado con la Guerra Civil. El problema es qué va a hacer cuando llegue a la invasión árabe contra Don Rodrigo en el año 711, qué fosas querrá desenterrar y si pedirá o no la partida de defunción de Tariq.

Le recomiendo al juez Garzón, al que por cierto se le han escapado dos narcotraficantes turcos por su incompetencia manifiesta para dedicarse a lo que le pagan los ciudadanos y dedicarse sin embargo lo que sus jefes políticos le instan, que no se olvide de poner bajo custodia de la policia judicial a Franco, por el riesgo de fuga del principal imputado. (¿Buscará Garzón la exhumación de la tumba de Franco y de paso se carga el Valle de los Caídos?)

El esperpento no estriba, en mi opinión, en que este impresentable juez se dedique a sus hobbies en horario de trabajo y con recursos públicos, sino en los casos que requieren de su atención y sentencia y que están en el cajón del olvido hasta que el delito prescriba, las pruebas desaparezcan o el tiempo de prisión condicional prescriba y haya que soltar a la calle, como está ocurriendo, a delincuentes, estos sí, vivitos, coleando y delinquiendo.

Entrando en el meollo de la cuestión. El juez será capaz de sentenciar sin imputar a nadie, porque están muertos, sin poder ejecutar la sentencia, porque no hay sujeto, sin poder tomar declaración, porque todos están muertos, utilizando fuentes indirectas y solo de parte del supuesto demandante e ignorando las fuentes de la supuesta parte demandada, y por último judicialmente sentenciará como criminal contra la Humanidad a Franco, por lo que si algún historiador, en el ejercicio de su profesión, llega a tesis contrarias, podrá ser denunciado por desacato al Tribunal.

Oigan, esto no es chiste, está ocurriendo en España mientras los españoles van al paro. Por fin conoceremos quién mató a Lorca, y pediremos reparación inmediata (yo creo que debemos darle un Nobel honorífico o algo así, o el Cervantes, Planeta y Príncipe de Asturias, todos en un pack, y como Lorca no podrá recogerlos, que lo haga Garzón de la mano de mamá Bardem y que la SGAE cobre los derechos de emisión por televisión).

El juez se muestra competente para juzgar a nadie sobre lo que no existen declaraciones y sin posibilidad de defensa para los acusados.

Pues yo me declaro competente para denunciar su incompetencia, ésta intelectual, jurídica, social y política.

Garzón, juez imparcial de la guera civil, Zapatero pretendiendo refundar el capitalismo, y mamá Bardem induciendo a que las mujeres aborten (¿por qué nadie le animó a ella a hacerlo?)

Con estos mimbres quién necesita empleo.

martes, 14 de octubre de 2008

¿Qué fácil es gobernar cuando lo hacen por ti?

Y es que no hay mejor excusa que las medidas concertadas para tapar las vergüenzas propias. Para aseverar la internacionalización de la crisis financiera no es necesario ser doctor en Economía, y que determinadas medidas económicas son de naturaleza coordinada también es obvio desde el punto y momento que es una entidad europea la que fija la política de tipos de referencia e interviene en el tipo de cambio de nuestra moneda.

Sin embargo, no se ha tomado ninguna medida para el caso concreto de España. Los bancos ya tienen lo que necesitaban, pero, ¿ y el resto de las empresas? A base de EREs, se despide a trabajadores en edad madura, pero siempre en edad de producir, para que sea papá Estado quien asuma la desinversión de las empresas españolas.

Por otro lado, sabido es que la carga hipotecaria es, junto con la inestabilidad en el empleo y el aumento sin control de los precios de bienes primarios (alimentación, energía), los principales problemas de las familias españolas. Ante esto, el PP propuso en el Parlamento, aumentar las deducciones por compra de vivienda, medida que permite aumentar la renta neta disponible de las familias. Pero esta medida requiere tomar una decisión, y este Gobierno solo está o para reunirse con quien haga falta, mediando foto de por medio, o que otros le hagan los deberes.

Es necesaria una reconversión profunda de la industria española (al hablar de industria me refiero a cualquier actividad económica) y fundamentalmente un reequilibrio del mercado laboral.

Ambas son tareas de largo alcance, que requieren un cambio cultural y medidas de apoyo institucional y que todavía no ha destapado las carencias españolas por la simple razón de que el tráfico de capital humano todavía no ha llegado a España, pero llegará.

Es decir, cuando personal cualificado afinque en España y se creen empresas en España con mentalidad europea, donde los sindicatos tengan ni más ni menos que el papel que les corresponde, donde el empresario priorice la inversión sobre la ganancia rápida, donde se exija calidad en el desempeño del trabajo y donde esto se mida en términos de productividad y costes de oportunidad, los españoles y las empresas españolas empezaremos a tener problemas de verdad.

Sólo tenemos a favor, y no es poco, el conocimiento que el español tiene de sí mismo, pero todo se aprende y más cuando cada vez hay menos españoles y más de todos sitios. Es evidente que los ingenieros, médicos, economistas, abogados, técnicos, licenciados, investigadores, catedráticos europeos no ansían trabajar en España, pero al final todo llegará, y en ese momento o estamos preparados o será mejor que nuestros licenciados en ADE, con máster de prestigio y conocimiento bilingüe de tres idiomas se acostumbren a trabajar en la caja de una oficina bancaria de la costa, y que nuestros licenciados en Derecho con prácticas procesales se acostumbren a hacer las fotocopias de los bufettes que pronto llegarán a España. Y en esto, el gobierno está llendo a por uvas.

La inmediatez de la crisis internacional provoca que se requieran medidas globales, pero éstas son insuficientes porque los problemas españoles no son los mismos que en el resto de Europa: el paro, la inflación, la deuda hipotecaria, la falta de liquidez en las familias, nuestra desastrosa balanza de pagos, son algunas de nuestras principales rémoras que van a hacer que la crisis deje sangre en España.

Si Zapatero cree que todo está hecho porque se lo ha dicho Sarko, aviados estamos.

jueves, 9 de octubre de 2008

Prueba y error: un método denostado pero siempre utilizado

Lo último que nos quedaba por ver es una acción conjunta de los principales bancos centrales de reducir los tipos de interés. Otra medida más que se adopta sin medir sus repercusiones.

Los precios del petróleo, la crisis financiera, la crisis inmobiliaria. Todas las causas son propias de cada escenario, y aunque éstos estén relacionados, no se pueden tratar con medidas globales sino propias de cada uno de ellos. Las mismas medidas adoptadas en EEUU, Francia o Alemania no tienen por qué ser acertadas en España, sensu contrario, lo que haga Zapatero, estoy seguro que no lo copiará nadie en su ámbito.

Primero la intervención estatal en los errores de iniciativas privadas, después la garantía de depósitos generalizada, ahora la bajada de tipos de interés concertada, y el parámetro de referencia para contrastar el alcance de la medida es la evolución de las bolsas en los mercados financieros. Pero ¿estamos todos locos?¿ Desde cuándo las bolsas son reflejo de una crisis monetaria?

Yo en esto soy muy torpe, pero voy a darle al sentido común. Si las bolsas caen es porque se venden acciones, lo que implica que hay gente que liquida activos financieros por dinero. ¿No era eso lo que necesitaba el sistema, dinero?

Seguiré con esto del sentido común que me está gustando. Si se bajan los tipos de interés oficiales, deberían disminuir en la misma medida los tipos de interés referenciados al tipo de interés general, como el euribor, ello supondrá disminución de las cuotas de los que pagamos una hipoteca, pero mientras eso llega (a cada uno en su revisión, semestral o anual) esas medidas no aportan liquidez inmediata al sistema, por lo que nadie pensará que esta medida producirá efecto a corto plazo, ¿o sí?

Existe un viejo brocardo que dice que los economistas son esas personas incapaces de predecir un desastre pero ser expertos en explicar por qué se han producido. En la antigua escuela, a eso le llamábamos método de la prueba y error, es decir, toma una medida, más o menos basada en la experiencia y la intuición, y comprueba el éxito o la bondad de ésta. Si produce los efectos oportunos, perfecto, medalla colgada, y si no, prueba otra medida, siempre se puede tomar otra hasta que se acierte y, medalla colgada.

No es muy científica y desde luego no es el método que quisiéramos que se aplicara en otros campos como la Medicina. la Arquitectura o la Ingeniería, pero en Economía y en política ( ésta en minúscula, no merece más) es universalmente utilizado y sin coste alguno, porque no existe posibilidad de echar marcha atrás y adoptar otra medida para constatar lo que se denomina el coste el oportunidad de la medida, es decir, qué dejamos de ganar por el hecho de haber adoptado otro camino diferente.

Y es que cuando los políticos (expertos donde los haya en economía) son los que toman decisiones asesorados por economistas de lujo (bastante alejados de la economía real), solo existe un método posible de decisión, el peor de todos, pero el único que conocen: prueba y error. La ciencia para los científicos. Qué sabran ellos de crisis económicas.

Pongamos el ejemplo de España. Se toman medidas macroeconómicas que se pretende que lleguen a los agentes económicos por excelencia (familias y empresas), y además de forma inmediata. Es una forma de actuar que dirían los anglosajones, "top- down".

A mí el sentido común (que también tiene traducción anglosajona, "common sense", luego lo conocen) me dice que lo primero sería identificar qué le ocurre a las familias y a las empresas y después tratar el problema, no actuar a ver si el problema desaparece con medidas sin diagnóstico certero.

Y lo que les ocurre es que las hipotecas les estan matando a unos, las familas, lo que hace disminuir el consumo, y ello repercute en las ventas de los otros, las empresas que, por su parte, son incapaces de bajar los precios porque operativamente no son competitivos, no hay margen más que para el despido.

La crisis inmobiliaria lo que ha destapado ha sido el desequilibrio profesional de España, su falta de competitividad, la cultura del pelotazo y el culto al dinero fácil. El esfuerzo, el trabajo bien hecho, la preparación y formación han sido permanentemente arrinconados.

No es necesaria cualificación ni titulación alguna para ser albañil, contratista, camarero o informático. Cualquiera que diga que sabe puede trabajar en un montón de actividades, lo que repercute en la compettividad de la actividad (por ejemplo, cualquiera puede ser político, ¿verdad Pepiño?). Eso es lo que ha ocurrido en España, que ha sido tanta la oferta de trabajo que cualquier pelanas ha ganado mucho dinero por trabajos sin calidad, y cuando los tipos de interés han subido, muchos se han ahorcado, porque tampoco existía cultura del ahorro. Se invertía en más ladrillo, una actividad de baja calidad.

Como las empresas no venden, no tienen necesidad de invertir y sí de desinvertir, por la vía de la reducción de empleo contratado como consecuencia de la disminución de actividad, lo que provoca que el Estado actúe subsidiariamente por la vía de los seguros de desempleo, por lo que se necesita más impuestos para pagar esas obligaciones, lo que se detrae otra vez de las familias y empresas. A eso le llaman los expertos "flujo circular de la renta". Vamos, que los que trabajan salen penalizados por trabajar.

Los problemas de inversión los tienen los que inician su emancipación familiar o los que inician su andadura empresarial, que hoy, por desgracia, son los menos. El resto está descansando en sus cuarteles de invierno, que son los más.

Por tanto las medidas deben ir encaminadas a curar la enfermedad y no los síntomas (viejo axioma médico).

Señores expertos, consejo de un inexperto: mejoren la competitividad de las empresas, reduzcan la presión fiscal a familias y empresas, insten a la bajada de tipos interbancarios, y hagan lo posible por favorecer el aumento del consumo, no de la inversión, que ya llegará como consecuencia del primero. Mejorando la competitividad y promoviendo la competencia los precios bajarán, lo que bajará el IPC, al aumentar el consumo se aumenta la actividad, lo que aumentará la oferta de trabajo, lo que disminuirá la necesidad de aumentar la presión fiscal, y el flujo circular de la renta girará en sentido contrario.

La inversión aumentará cuando lo haga el consumo, y éste cuando exista liquidez para gastar. Estamos en la sociedad del consumo desmesurado. La gente no gasta no porque no quiere, sino porque no tiene. Se lo están llevando los bancos (hipotecas) y los Estados (impuestos). Promuevan la cultura de la perfección y el trabajo de calidad, no castiguen ni penalicen la actividad, controlen y supervisen la actividad pero dejen que los agentes económicos actúen, y usteden dejen de jugar al juego de los barcos.

A3: agua; B5: tocado; B6: agua ("me cachis"). Este método no es serio.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Inyección de liquidez, pero con mis impuestos

El presidente del Gobierno, al igual que han hecho otros Ejecutivos, ha decidido inyectar liquidez a la banca con el fin de que den créditos a empresas y particulares. Según dicen, se trata de un problema de falta de liquidez en los bancos. Como siempre se han olvidado de la falta de liquidez en las familias y las empresas.

Las familias no piden créditos, no porque no se los concedan, sino porque tenemos unos tipos de interés disparados, una tasa de IPC altísima, y lo peor, una tasa de paro creciente y sin asomar la cima, lo que quita capacidad de endeudamiento a las familias y empresas y hace caer lo que los economistas llaman la propensión marginal al consumo, esto es, las ganas que tenemos de ir de compras, coeficiente con un valor entre cero y uno, y que ahora se encuentra, en España, cercana a cero, sobre todo en bienes de segunda o tercera necesidad. Ello repercute en el consumo de estos bienes y en nuevas operaciones de endeudamiento a largo plazo: pisos y coches, en el caso de las familias, o inversiones a largo plazo en las empresas, que luchan por sobrevivir para vender sus productos servicios en este entorno de caída del consumo.

En España, el problema reside en la economía real (en el último año limones +48%, aceite +21%, casi 2.6 millones de parados,..), y eso no ocurre en el resto de países que han adoptado esta medida, con tasas de paro inferiores e IPC contenido. El problema reside en que son las entidades financieras las que no se fían unas de otras, y por eso el tipo de interés interbancario, ése al que se prestan entre ellas el dinero, está por la nubes, lo que repercuten a sus clientes. Así, no es posible pedir un crédito.

El Gobierno, sí está para garantizar los depósitos, y lo pudo haber hecho antes, pero no lo hizo. Desde hace veinte años que se fijo el importe mínimo de veinte mil euros en Europa de garantía de depósitos. Esta cantidad no se actualizado ni siquiera su propio valor en el tiempo. En tiempos de Aznar, cuando el ciclo era expansivo, esta medida hubiera sido inflacionista y no existían indicios de calentamiento económico, ni la gente ahorraba, pero en los últimos dos años, los indicadores avisaban en España del calentamiento de nuestra economía y no se hizo nada. Sin embargo, aunque tarde, bienvenida la medida.

La línea de aval del Gobierno propuesta por el PP, sí parece una buena opción, porque entre otras cosas no implica un gasto directo y exige mayor observacia de cada operación crediticia. La medida del Presidente, inyecta dinero de los contribuyentes a los mismos que nos han llevado a esta situación, de esta forma se reduce la necesidad de fiarse del contrario y no acudir al mercado interbancario, y luego dicen que nuestros depósitos están asegurados.

Es obvio que la banca siempre gana, y con un Gobierno de izquierdas mucho más.

jueves, 2 de octubre de 2008

Maria Teresa Fernández de la Vega: el modelo del miedo

Que la izquierda es mentirosa, lo sabíamos, que lo podemos demostrar, también lo sabemos (http://es.youtube.com/watch?v=Oy-y55Me_t0), que la Vicepresidenta representa el carcamalismo de la izquierda queda de manifiesto en el video que indico, pero lo que más repugnancia me da es el estoicismo de la Vicepresidenta del Gobierno de España dirigiéndose a la opinión pública desde la tribuna de la Portavocía del Gobierno mintiendo sin necesidad de esfuerzo. Llegan , incluso, a creerse sus propias mentiras. Son como el prisionero del mito de la cueva de Platón. Y es tal la seguridad en sí mismos que llegan a convencer a aquéllos necesitados de escuchar lo que quieren oír.

Mucho se ha criticado a la derecha española (sí, derecha, lo siento, pero nos sentamos a la derecha en el Congreso, y por eso nos llamamos derecha, ¿lo has entendido Gallardón?), que no emplee las mismas armas que la izquierda, que mintamos si es necesario para obtener más votos, y si te pillan en la mentira, que con toda la desfachatez del mundo se niegue, pero es que hasta para eso hay que valer.


Hay que tener en cuenta que la mayoría de la izquierda proviene del sindicalismo rancio, de ese que no se preocupa por los trabajadores sino por no trabajar (a diferencia de los verdaderos sindicalistas que se esfuerzan por mejorar las condiciones d los demás y no las propias). Son personas que nacieron para vivir del cuento, intentar "liberarse" (no me digan que el término "liberado" no es revelador), y su máxima recompensa es justificar por qué se le debe seguir pagando el sueldo a una persona que no trabaja (el último ejemplo de la fantástica y nunca bien pagada y reconocida labor sindical la sufrió ayer el consejero Güemes en Madrid), y claro, cuando uno ha nacido para engañar, estafar, mentir, llega un momento que ha depurado tanto la técnica que no le supone esfuerzo.


No, no creo que la derecha deba utilizar más herramientas que la capacidad de gestión allí donde gobierna, y demostrar que los valores ideológicos liberal-conservadores producen más bienestar al conjunto de los ciudadanos.

La ideología socialista se asienta en el principio de conservar el poder a cualquier costa para inducir una forma de pensamiento único en la sociedad, y para ello utilizan tanto las instituciones del Estado, como los medios de comunicación. De esta manera, cuando temporalmente pierdan el poder, la derecha gobernará teniendo muy presentes presupuestos puramente de izquierdas.

Un ejemplo de lo que digo ocurre en la Comunidad de Madrid. La Presidenta, que presume de liberal donde las haya, se jacta de construir más vivienda protegida que Cataluña, Extremadura, Andalucía y Castilla- La Mancha, juntas y sumadas, como dice ella. En mi tierra a eso le llamamos intervenir en el mercado inmobiliario, y lo ha estado haciendo incluso en épocas de prosperidad económica, y con tasas de paro en la comunidad que rayaban la tasa friccional de paro, es decir, la que no es posible bajar como consecuencia de la propia mecánica de la contratación y cambios de trabajo.

Otro ejemplo lo representan las obras públicas, en las que se retrasan sine die infraestructuras necesarias para la seguridad de las personas en determinadas carreteras para no talar determinados árboles.

Y esa es la gran falacia de la izquierda. Presentar como universal y únanimemente demostrado que el pensamiento socialista es el que verdaderamente representa el progreso.

Pero no debemos caer ni en la tentación de coger el camino fácil y crear bases clientelistas, como hace el PSOE, por ejemplo con los pseudoartistas (me refiero a esos que van a recibir más de cien millones de euros en 2009 porque nadie quiere ver sus películas), ni en el desánimo de pensar que no seremos capaces de gobernar atendiendo a criterios liberal- conservadores. Y aquí tengo que citar que, efectivamente Esperanza Aguirre representa, más o menos, ese carácter, y demuestra que la gestión de derechas produce bienestar para todos. Mientras el PSOE de Madrid es capaz, con el mismo desparpajo de su correligionaria Vicepresidenta, de decir que los presupuestos generales del Estado son, dentro de la austeridad, buenos para Madrid

Y es que la izquierda, a pesar de lo que se piensa, es incorruptible... No hay forma de inducirles a que digan la verdad.