- se racionaliza la gestión de unos recursos que, mire usted, se rebelan a pertenecer a una sola Comunidad Autónoma,
- se dota a la Cámara del Senado de entidad propia y se le atribuye la función constitucional de Cámara de representación territorial, donde todas las CCAA tendrían voz y voto (además la gente sabría a qué se dedican Sus Señorías),
- se permitiría mayor agilidad legilativa al Congreso (antes de los Diputados, y ahora solo Congreso para que las de la cuota no se ofendan), que podría a su vez estar representado de forma más adecuada a la realidad española, sin necesidad del Senado como Cámara de segunda lectura y sobre todo,
- los ciudadanos estaríamos más seguros de que los recursos disponibles se destinan donde hace falta y no donde políticamente es conveniente.
Ésto requeriría modificar algunos Estatutos de Autonomía ( esas leyes orgánicas que no suele votar casi nadie y que nadie ha leído jamás, pero que permite a ciertos políticos tener un protagonismo que de otra forma no tendrían), posiblemente una reforma constitucional sobre títulos no fundamentales ( es decir, no se requeriría más que el acuerdo de las dos fuerzas principales del Congreso y Senado, sin necesidad de disolver Cortes ni convocar nuevas elecciones) y modificar la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), lo que permitiría modificar el sistema electivo español de una vez, que buena falta hace.
Por desgracia al PSOE no le interesa perder poder territorial, pues tiene vocación federalista y de ahí la variedad de discursos socialistas, y al PP no se le ve con el ímpetu necesario para abrir este debate ante la sociedad. Es más fácil, eso es verdad, clamar por la defensa del honor de la ultrajada dama valenciana. Al menos, podía haberse solidarizado con el resto de damas ultrajadas (Murcia, Almería, etc) y haber creado una ONG de subvención catalana de damas ultrajadas por el machismo catalán, a lo mejor "cuela".
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