viernes, 25 de abril de 2008

Educación Concertada: la coacción del Estado

Alla por los primeros ochenta, cuando las competencias en materia de Educación no estaban transferidas totalmente a las Autonomías, el equipo de Gobierno del PSOE instauró la educación concertada.
El objetivo estaba claro: acercar a los obreros la educación de calidad, que entonces la tenía por el profesorado, medios y mayor prestigio en general, la educación privada.
Esta educación privada, era por tanto elitista. Ante esto cabían dos posibilidades: o se apostaba por dotar de recursos, infraestructuras y profesorado a la educación pública o se llegaba a un acuerdo con los colegios existentes privados, la mayoría religiosos, de forma que el coste de la educación obligatoria quedara soportado por el Estado. Nacía la llamada educación concertada.
La práctica totalidad de la población aplaudió la idea: las clases medias de creencia católica podía acceder a una educación de calida y prestigio, las clases más humildes podían codearse con las clases medias y asegurar una educación de calidad para sus hijos, las congregaciones religiosas se aseguraban un buen número de alumnos, más de los que podían sosportar (aún recuerdo en mi colegio de los Salesianos de Alicante como éramos más de cincuenta alumnos por clase, los profesores no se estresaban, nosotros no nos traumatizábamos y éramos capaces de leer, escribir sin faltas de ortografía y teníamos un vocabulario que sueraba ampliamente los cincuenta vocablos ininteligibles de los jóvenes de hoy; siento la injusta generalización y exageración). En fin, todos contentos.
Pero y el Gobierno, ¿qué buscaba el gobierno de hace treinta años? Sin duda, acercar la clase obrera a la educación de los "cuellos blancos".
Han pasado treinta años y la situación es bien distinta. Vivimos en una España donde, en términos de Ronald Inglehart, uno de los "cleavages" que dividen nuestra sociedad es la religión. Frente a la práctica homogeneidad de entonces, hoy existe un amplio sector que rechaza a la clericalidad católica frente a su exacervamiento por parte de otro amplio grupo de población. Por otro lado, las competencias en esta materia han sido totalmente transferidas a las Comunidades Autónomas, uno de los mayores logros del nacionalismo en España, y por tanto el control de la educación ahora queda en manos de los diferentes signos políticos.
Sin embargo, en todas las CCAA existe una fuerte presión de demanda de plazas concertadas, y las diferentes administraciones, muy en la labor de responder a las demandas sociales, por un lado deben dotar de recursos para aumentar la calidad de la enseñanza pública para una parte del cleavage y por otra deben ofertar limitadamente las plazas concertadas, ya que fuera de la educación obligatoria, ésta pasa a ser privada y en muchos casos, los padres se ven obligados a incluir a sus hijos en el sistema público. Hasta aquí la descripción. Ahora, mi opinión.
El vocabulario hasta aquí utilizado es nauseabundo: educación pública versus educación concertada y privada. Educación para élites y para obreros. En fin, la Educación debería ser única, igual y de la máxima calidad que seamos capaces de financiar, desde los 3 a los 80 años.
Para ello, propongo el siguiente decálogo de medidas:
  1. El Estado debe recuperar la competencia exclusiva en materia de profesorado y de currículo educativo en todos los niveles: infantil, obligatoria, bachiller, universidad y educación de adultos, para asegurar una educación única en España en un 80% del currículo, el resto fundamentalmente en materia lingüística y geográfica se completaría por parte de la Comunidad Autónoma.
  2. Dejar a las CCAA la gestión de los recursos físicos y económicos, a excepción del profesorado y de la educación universitaria, incluida la financiación de la investigación universitaria, que seguiría siendo estatal.
  3. Eliminar la educación concertada, para que el gobierno de turno no interfiera en el ideario del centro, que será totalmente libre y solo sujeto a la ley (es decir, no caben idearios terroristas, que fomenten el delito, y este tipo de cosas).
  4. Aplicar deducciones en el IRPF por gastos derivados de la educación: colegios, universidades, escuelas infantiles, libros, actividades extraescolares, transporte y comedor.
  5. Fomentar la competencia académica, mediante pruebas imparciales, que generen ránkings por los que los colegios, profesorado y alumnos reciban becas para estudio, formación, investigación o infraestructuras
  6. Realizar los mayores esfuerzos en localizar el talento, becarlo y protegerlo, fomentando el estudio, el esfuerzo, el mérito y la capacidad (muy en contra del movimiento posmoderno, como se puede apreciar)
  7. Asegurar la igualdad de oportunidades para que los padres puedan decidir si desean una educación privada, laica o religiosa, o una formación pública laica o religiosa ( de las confesiones más demandadas), mediante microcréditos para la educación.
  8. Un acuerdo de Estado entre las fuerzas políticas mayoritarias para fija un marco normativo en materia de Educación estable y que asegure una continuidad al menos a una genración de estudiantes.
  9. El currículo debe estar formado y consensuado por un órgano estatal, de composición heterogénea en la que padres, alumnos, políticos y fundamentalmente profesores de todos los niveles conformen el currículo. En este punto, he de destacar que el problema actual sobre la asignatura de religión me parece una memez. La asignatura de religión no es el problema, el que quiera aprender doctrina religiosa puede asistir a catequesis en sus parroquias, que para eso están. El problema reside en la asignatura de Historia y sus afines: ¿cómo y quién va explicar la Inquisición, el papel de los Papas en el descubrimiento de América, el Concilio de Trento, la batalla de Lepanto, la Reconquista, la Reforma luterana, o el papel de los jesuitas en la contrarreforma? Ése es el problema, y no si se debe o no rezar en las aulas.
  10. Creación del Estatuo del Profesor: tantas veces demandado. Que el profesor sepa hasta dónde puede llegar, cuáles son sus límites en materia educativa, disciplinaria y de autoridad. Sí, he dicho lo que quería decir: al estilo de Ortega y Gasset en La Rebelión de las Masas. Se trata de que el que sabe, el profesor, enseñe al que no sabe, el alumno, y éste debe respetar a su mentor y agradecerle que le saque de su ignoracia, con respeto. Por su parte, el profesor no puede ser ni el "colega" de los alumnos, ni su padre, ni mucho menos su juez. Tiene la inmensa responsabilidad de preparar a la generación del futuro, por lo que también caben medidas diciplinarias contra el profesorado incompetente o que se extralimite en su autoridad menoscabando el dercho fundamental de acceder a la educación. En este sentido cabe una reflexión, el derecho a proteger es éste el del acceso a la educación, y si bien existe un derecho de libre acceso a una profeión y una libertad de cátedra, el derecho fundamental de máxima protección y prevalencia deberís ser el de acceso a la educación, frente a cualquier otro. Ése derecho es el que asegura el valor supremo: la libertad de pensamiento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las dos pueden y deben coexistir,lo único que las debe distinguir es que la concertada nace de la iniciativa de la sociedad, por su derecho reconocido constitucionalmente a participar activamente en la consecución del bien común, y la pública nace de la iniciativa de los poderes públicos que tienen el deber de colaborar para garantizar ese derecho. El problema creo yo que se establece cuando los poderes públicos convierten ese deber de garantía en un derecho de exclusiva. En estos momentos, a pesar de las informaciones que a veces circulan por los medios de comunicación y que no son ciertas, la enseñanza concertada es, «la niña pobre» del sistema educativo. Basta ir a los datos económicos oficiales, tan sencillo como eso: ir a los datos y se comprueba lo que las autonomías están ahorrando en educación con la concertada. El enfrentamiento entre pública y concertada es estéril. Yo quiero, porque además tengo ese derecho constitucional reconocido en múltiples sentencias, una buena enseñanza pública y una buena enseñanza de iniciativa social concertada. Y además es posible.

En lo relativo a la preparación de los docentes decir que los profesores de la pública en ningún caso están menos preparados que los de las concertadas o privadas, ya que para poder optar a una plaza deben demostrar su capacidad en unas oposiciones.
Por último señalar que la postura del PP siempre ha sido favorable a que exista la educación concertada, al igual que la del PSOE.
Según el porcentaje que usted propone,el 80%,¿como se cubriría el nivel 2, 3 y 4 de concreción curricular educativa que abarca al centro y al profesorado (Proyecto curricular de centro,programación de aula y adaptación curricular individual)?. Seamos serios...

Ver:http://www.planalfa.es/feresic/FERE_Actualidad/FERE_Noticia/2003/10octubre/10.18.htm

Obrero: Que trabaja.
Cleavage:Divisoria social politicamente relevante (territorial, lingüistica, religiosa).
Cuellos blancos: ejecutivos.

Alfonso Fernández Álvaro, Ingeniero Informático y Politólogo dijo...

Estimado anónimo

Agradezco tu comentario y, aunque no lo parezca estamos más cerca en nuestras posiciones de lo que te ha podido parecer, y paso a comentarlo:

Que deben coexistir dos sistema educativos parece obvio, y creo que en eso estamos de acuerdo, lo que ocurre es que yo definendo un sistema público y a otro totalmente privado. En tu caso lo que planteas como objetivo del sistema concertado es lo que yo planteo para el sistema privado. La única diferencia entre el concertado y el privado reside en la financiación por parte de los padres, hecho éste al que creo que se le debe dar respuesta. Yo propongo medidas, que me gustaría que comentaras, si lo crees oportuno.

No has podido expresar mejor la idea que intentaba trasladar cuando afirmas que los poderes públicos crean un problema serio al convertirse en garantes en exclusiva del derecho de acceso a la educación.

Que hoy, la enseñanaza concertada es la niña pobre, no hay duda, siempre puesta en comparación con el sistema público, ya que el privado prácticamente no recibe ni ayuda ni estímulo por parte del Estado, y ahí tambén están las cifras oficiales y las dificultades para abrir un centro privado de enseñanza. En este término no voy a extenderme demasiado pero, cabe hacerse una pregunta: Si la Constitución establece que la educación básica es obligatoria y gratuita, porque algunos educandos (o sus padres) deben pagar por la enseñanza obligatoria (privada), y sin embargo otros educandos reciben durante la enseñanza secundaria no obligatoria en los centros públicos una educación subvencionada al 100% ( no me gusta el término gratuita, porque el término lleva a error: no existe nada gratuito). ¿Para cuándo un partido va a proponer una enseñanza básica totalmente gratuita para todos sin que ello signifique que el poder público decida por el padre el tipo de educación que quiere para sus hijos?

En cualquier caso, no pretendía hacer un debate de educación pública y concertada, sino entre el sistema público y el privado, para el cual creo necesaio que desaparezca la educación concertada porque coarta la libertad de ideario de los centros concertados, y por tanto a los padres la posibilidad de elección.

Por otro lado, me ha sorprendido tu comentario acerca de la calidad del docente, porque en ningún caso he pretendido evaluar su calidad en función del sistema educativo. Solo he remitido en términos históricos de prestigio que la enseñanaza privada gozaba de mayor prestigio que la pública en los años precedentes a la enseñanza concertada. Desde luego no se me ocurre opinar sobre la calidad de los colectivos docentes, si acaso me atreviera, y no es el caso, opinaría sobre la calidad de un profesor determinado. Dicho sea de paso, muchísimos profesores de la enseñanza pública lo son también de la privada, luego no es ahí donde hay que rascar. Sin embargo no me puedo resistir a hacer una reflexión: ¿Trabaja con la misma libertad el mismo profesor en un centro privado que en uno público? ¿Puede enseñar de la misma manera? Yo creo que no, luego no es cuestión del profesor, que en ambos casos es el mismo, se trata del sistema que lleva a un mismo profesor a enseñar de forma diferente en un sistema y otro.

Además quería comentar que, lo que más me preocupa es que el PP esté de acuerdo con el sistema concertado. Ese sistema no deja de ser una intromisión del Estado en el sistema privado de enseñanza. Perdón por la expresión, y espero que nadie se sienta ofendido, pero el sistema concertado es la prostitución de la educación. El ejemplo que puedo poner, ya que vivo en San Lorenzo de el Escorial, remite a un conflicto producido en un colegio concertado religioso católico hace aproximadamente ocho años cuando una alumna de religión musulmana apelaba a su derecho a llevar velo en la escuela. Parece obvio que el ideario del colegio poco tiene que ver con la religión musulmana y con sus símbolos, sin decir nada del infierno que esa niña debía pasar en el colegio.

En cuanto a la cuota curricular del 80% hace referencia al contenido que debe ser común en todo el sistema educativo de España.

Y no queda mucho tiempo para pensar que los currículos educativos deberían ser comunes en un grado alto con los currículos europeos. Mientras unos piensan en localizar el currículo, otros pensamos que el currículo debe ser cada vez más internacional. El problema sería cómo explicar la Batalla de Trafalgar a los ingleses y a los españoles, o ahora que está tan de moda, el papel heróico de defensa de España de los catalanes en la Guerra de Independencia, contado por un español no catalán ,un español catalán y un francés. Sin duda memorable. En estos momentos se están produciendo aberraciones del tipo siguiente: si un alumno se matricula en un sistema francés o en un sistema británico (liceos, british council,...) será mejor que termine sus estudios en ese sistema, porque el cambio al sistema español le supondrá no pocos problemas de adaptación.

Educación pública sí, privada también, pero también educación obligatoria gratuita, libre elección de centro, ayudas fiscales por costes de educación y homogeneización curricular. Ésas serían mis propuestas.

Un saludo