viernes, 18 de abril de 2008

La política de los signos: nuestras Fuerzas Armadas

Por lo que parece, en breves días, la Ministra de Defensa, visitará a las tropas españolas desplazadas en Afganistán. Esto no deja de ser un signo para la galería mediática española; y de signos va esta entrada.
La Administración de Zapatero nos tiene acostumbrados a gobernar a golpe de signo. Hace de ellos el objeto de su política, son un fin en sí mismo, y de esta forma entretiene a los medios masivos de comunicación, más preocupados por el titular grandilocuente que por el análisis crítico de la política del Gobierno. El signo, el signo es lo importante, y nadie repara en su falta de contenido. Poner a una mujer al frente del Ministerio es un signo, crear el Ministerio de la Igualdad es un signo, la Alianza de Civilizaciones es un signo, proponer a Rosa Aguilar como consejera de la Junta de Andalucía es un signo, y así podríamos pasarnos horas y horas.
En el caso que nos ocupa, por ejemplo, la noticia salta porque una Ministra, mujer y embarazada va a visitar a las tropas españolas en zona de guerra (signo), pero nadie, ni explica cuál es el objetivo, qué política piensa desarrollar y qué medidas concretas va a tomar para que las fuerzas allí desplegadas puedan realizar su trabajo sin que los políticos de los signos mediaticen su acción (contenido).
El militar allí desplazado, por su parte, entiende poco de política de signos. Su acción se basa en las órdenes, en la estructura jerárquica, en la confianza en el compañero y en el respaldo de los mandos. Se mueven por vocación, por unos ideales por los que están dispuestos a morir. El signo para el militar es importante, pero como reconocimiento, respeto, obediencia debida y orgullo de su patria.
Sin embargo, ZP está determinado a hacer del Ejército español una especie de OSG (Organización Sí Gubernamental), dedicado al "haz el amor y no la guerra", consiguiendo que los jóvenes españoles desprecien la carrera militar y, cuando se encuentra como ahora que no es posible cubrir las necesidades del Ejército en cuanto a tropa y mandos se refiere, anima al reclutamiento vendiendo la posibilidad de aprender nuevos oficios en el Ejército , como si de un Instituto de Formación Profesional se tratara. Se interesa por mostrar imágenes de soldados rodeados de niños, repartiendo galletitas, dando una imagen irreal como una mezcla de "Médicos sin Fronteras", Madre Teresa de Calcuta y los Reyes Magos.
Pero el militar tiene que dormir cada noche pensando en si mañana será el último día, si podrá volver o no a estar con los tuyos, tiene que apretar los dientes y pensar que está allí por algo muy superior a él mismo. Que es su deber, y a su país se debe. La confianza en el compañero del que depende tu vida, el trabajo en equipo, el respeto a la jerarquía, la valentía, la compasión, son los valores que han hecho glorioso a nuestro Ejército. Y esos valores tienen un objetivo: España. Lo hacen por España, porque España es parte de un mundo libre y así queremos que siga siendo.
Pero para ZP el Ejército es el espacio perfecto para desarrollar su política de signos: una mujer Ministra, no reconocer a nuestras tropas en zona de guerra, (hubo incluso un Ministro de Defensa, Bono, que prefería morir a matar), o si se produce alguna baja, hacer del distintivo de la medalla el objeto de la confrontación política. Signos, signos, signos.
No reparamos en lo fundamental que es España en el panorama mundial, como nación puerta entre tres continentes. Toda la Historia de España es una Historia de conquistas y reconquistas, de equilibrios diplomáticos, pero sobre todo es una Historia forjada a partir del orgullo de ser español.
Algo tendrá que hacer la Ministra para que los militares perciban apoyo y respaldo. Y a ello no ayuda tratar al Ejército español como una especie de OSG pacifista que está allí únicamente para ayudar al reparto de comida y medicinas, o a la construcción de casas y puentes. Afganistán es un foco desde donde se planifican, y organizan acciones terroristas que afectan a todo el mundo, y el valor de nuestras tropas allí es fundamental, para la misión en sí y para el papel que debe representar España en el concierto internacional.
Y a esto es a lo que se debe comprometer la Ministra visite o no a las tropas. Y si el signo es importante, más importante debería ser el contenido, y para este contenido no es necesario poner en riesgo ni un embarazo, ni alardear de signo.
La Ministra va a visitar a militares profesionales, comprometidos y que se están jugando la vida por los demás y por España. No lo olvide, muestre Sra Ministra el respeto debido (que estoy seguro que hará) y permita a los militares que hagan su trabajo con los medios físicos y humanos necesarios. El Ejército y España se lo agradecerán. Por lo demás, feliz viaje y suerte, mucha suerte.
... a mi amigo Quique, Comandante del Ejército de España.

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