viernes, 26 de septiembre de 2008

Zapatero: un espantajo en la ONU

Ve el burro la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio. Zapatero está sembrando en Estados Unidos una de sus peores hazañas internacionales como político.

Primero, intentó, lo que es de alabar, convencer a los empresarios estadounidenses de la oportunidad que supone invertir en España. El problema es que su ignorancia en temas económicos le precedía, y los empresarios no mandaron a sus primeros espadas, sino a subalternos sin ninguna capacidad de decisión.

Y, por el resultado, la decisión fue acertada. El Presidente contó lo que ya sabían, no propuso ninguna medida para salir del atasco que sufre España, al borde de la recesión (claro, que eso hubiera tenido bemoles, porque aquí en España tampoco ha dicho cómo salir de ésta) y para colmo, y es lo peor que se le puede decir a un empresario, fue el típico vendedor de humo, nada creíble en su diagnóstico y totalmente incoherente en las propuestas.

La información económica de España, la conocen ellos mejor que el Presidente, y éste lo que debería haberse marcado como objetivo es ofrecer medidas concretas para facilitar la entrada de capital estadounidense. Medidas liberalizadoras, que fomenten la competencia y que eliminen barreras de entrada burocráticas. Eso es lo que se espera de un dirigente político, y no el esperpento que hizo en un hotel de superlujo ( Waldorf Astoria), con una puesta en escena patética donde en vez de presidir la reunión dos banderas, una estadounidense y otra española, el presidente tenía detrás los aparatos que controlaban el sonido de los micrófonos y altavoces. Memorable.

La siguiente azaña de este periplo lo constituye la agenda de España en el exterior. Seguimos siendo ninguneados por los países con lo que le gusta compararse al Presidente, y no tuvo reparos en anunciar que dentro de cuatro o cinco años la renta per cápita de los españoles superará la de Francia: muy opotuno, pero vista la capacidad del Presidente para hacer prediciones, creo que lo mejor hubiera sido no pavonearse por Estados Unidos. No está el horno para bollos.

Y por último, su discurso en la sede de la ONU. Acabar con la pena de muerte a partir de 2015(loable petición, utópica, pero loable, está muy bien), dedicar más recursos para acabar con la pobreza en el mundo (también muy loable, pero más utópica todavía que la anterior. Esto ya parece la carta a los Reyes Magos) y por último, la advertencia: que los países pobres no sean los paganos de la crisis internacional. Esto ya rayó la locura. Es decir, que no sabes cómo vas a hacer frente al problema que tienes en España para pagar las prestaciones por desempleo, hemos entrado en un déficit que supera el 1.3% de nuestro PIB, te estás cargando las reservas destinadas a presevar las pensionesy te atreves a pedir a los demás que sigan dedicando recursos a acabar con la pobreza, ¡claro que, tu aportación a la erradicación de la pobreza ha sido permitir durante casi cinco años la entrada masiva de ilegales en España!

Y es que Zapatero no se ha enterado de que los franceses son primero franceses y después europeos, y si queda algo después ciudadanos del mundo, los ingleses, estadounidenses, israelíes, autralianos, canadienses, alemanes, tres cuartos de lo mismo. Zapatero es que se considera primero ciudadano el mundo (por ello aspira a desempeñar un cargo en la ONU), después amigo de dictadores (Chávez, Mohamed VI, Castro) y siempre rojo y feminista, y para ello utiliza a España.

No es la política exterior lo mejor de este Gobierno, pero visto el nivel del resto casi, casi, me quedo con Moratinos (¿esto lo he pensado yo?).

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