miércoles, 17 de septiembre de 2008

A vueltas con el aborto: mitos y mentiras

Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2006, últimos datos conocidos, que no son los reales, hablan de algo más de cien mil abortos en ese año. Cabe destacar que el perfil de la abortante que desde la izquierda se quiere dar es el de una niña preadolescente que no puede continuar con el embarazo porque psicológicamente le supera. A ello hay que sumar las violaciones y las malformaciones físicas o cromosómicas del feto.

Pues bien, según estos datos, más del 50% de las abortantes tenía entre 20 y 30 años, y abortan diez veces más mujeres con más de cuarenta años que niñas menores de quince (5.213 frente a 496), por lo que estamos hablando de personas con cierto nivel de madurez y el mito de la falta de información sexual no parece la causa principal de los embarazos no deseados.

Por si esta mentira no fuera suficiente, ahí va el otro mito de lo mal que lo pasa la abortante: el 30% repite la experiencia, pero además, de esas más de treinta mil mujeres, 6.149 mujeres abortaron por tercera vez, 1.816 por cuarta vez, 636 por quinta vez y 604, por sexta vez.

Efectivamente debe ser una experiencia muy frustrante y por ello hay mujeres que abortan al menos seis veces.

Tercera mentira: las causas. De los algo más de cien mil abortos, trece declararon haber sido violadas, el 0,00013 % de los abortos son por el supuesto de la violación. 181 mujeres alegaron razones que no se ajustan a ningún supuesto legal (supongo a estas será a las que le venga muy bien el proyecto de ley de la Ministra), y el 98% de los casos suponían riesgo físico o psíquico para la madre. Es decir, o las españolas son muy débiles mental o físicamente, o la Sanidad española es tan deficiente que no asegura en casi cien mil embarazos al año que la madre pueda seguir viviendo.

Como conclusión, el perfil de la niña ígnorante, o la pobre violada o la madre que no quiere arriegar su vida son extraordinariamente minoritarios. El perfil más generalizado es el de una mujer en plenitud de madurez que, por razones sociales, económicas, profesionales o de otra índole (por ejemplo, el estudio no habla de las prostitutas que abortan), deciden abortar simplemente porque "ahora no es buen momento para tener un hijo".

Para rematar el despiporre, se pretende que se practiquen abortos a cargo de la Sanidad Pública, incluso si las abortantes desean repetir experiencia (más del 30% de los casos), pero sin embargo si una pareja no puede tener hijos, la Sanidad Pública solo les permite un embarazo mediante tratamientos de fecundación asistida. Eso es progresismo y lucha por la vida.

Según el Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC), los niños con síndrome de Down, han descendido más de la mitad desde 1980 (un 56%), no porque la raza mejore, sino porque quienes detectan que su futuro hijo será mongólico, deciden mayoritariamente matarlo. Es un supuesto, cromosómico, permitido para ello. Hitler no podría haberlo hecho mejor.

La izquierda, con falsos argumentos y muchas mentiras posee una ideología de muerte. Solo se permite una sociedad bajo sus parámetros, donde las personas con Síndrome de Down no tengan las mismas oportunidades de vivir que el resto, donde los malformados sean objetivo de aborto, donde la irresponsabilidad de muchas mujeres sea soportada por la sociedad a costa de recibir más votos, y donde los que clamamos por la vida y sus oportunidades seamos tachados de ultraortodoxos, retrógrados o simplemente "pobres retrasados mentales".

Lo mínimo que podemos exigir a este desGobierno es que no intente engañarnos. Si ustedes quieren legalizar algunos supuestos de asesinato, díganselo así de claro a la sociedad, pero no nos envuelvan en falsos argumentos y hagan de la mujer las víctimas del aborto.

Las víctimas son aquéllas que son muertas por sus madres.

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