martes, 14 de octubre de 2008

¿Qué fácil es gobernar cuando lo hacen por ti?

Y es que no hay mejor excusa que las medidas concertadas para tapar las vergüenzas propias. Para aseverar la internacionalización de la crisis financiera no es necesario ser doctor en Economía, y que determinadas medidas económicas son de naturaleza coordinada también es obvio desde el punto y momento que es una entidad europea la que fija la política de tipos de referencia e interviene en el tipo de cambio de nuestra moneda.

Sin embargo, no se ha tomado ninguna medida para el caso concreto de España. Los bancos ya tienen lo que necesitaban, pero, ¿ y el resto de las empresas? A base de EREs, se despide a trabajadores en edad madura, pero siempre en edad de producir, para que sea papá Estado quien asuma la desinversión de las empresas españolas.

Por otro lado, sabido es que la carga hipotecaria es, junto con la inestabilidad en el empleo y el aumento sin control de los precios de bienes primarios (alimentación, energía), los principales problemas de las familias españolas. Ante esto, el PP propuso en el Parlamento, aumentar las deducciones por compra de vivienda, medida que permite aumentar la renta neta disponible de las familias. Pero esta medida requiere tomar una decisión, y este Gobierno solo está o para reunirse con quien haga falta, mediando foto de por medio, o que otros le hagan los deberes.

Es necesaria una reconversión profunda de la industria española (al hablar de industria me refiero a cualquier actividad económica) y fundamentalmente un reequilibrio del mercado laboral.

Ambas son tareas de largo alcance, que requieren un cambio cultural y medidas de apoyo institucional y que todavía no ha destapado las carencias españolas por la simple razón de que el tráfico de capital humano todavía no ha llegado a España, pero llegará.

Es decir, cuando personal cualificado afinque en España y se creen empresas en España con mentalidad europea, donde los sindicatos tengan ni más ni menos que el papel que les corresponde, donde el empresario priorice la inversión sobre la ganancia rápida, donde se exija calidad en el desempeño del trabajo y donde esto se mida en términos de productividad y costes de oportunidad, los españoles y las empresas españolas empezaremos a tener problemas de verdad.

Sólo tenemos a favor, y no es poco, el conocimiento que el español tiene de sí mismo, pero todo se aprende y más cuando cada vez hay menos españoles y más de todos sitios. Es evidente que los ingenieros, médicos, economistas, abogados, técnicos, licenciados, investigadores, catedráticos europeos no ansían trabajar en España, pero al final todo llegará, y en ese momento o estamos preparados o será mejor que nuestros licenciados en ADE, con máster de prestigio y conocimiento bilingüe de tres idiomas se acostumbren a trabajar en la caja de una oficina bancaria de la costa, y que nuestros licenciados en Derecho con prácticas procesales se acostumbren a hacer las fotocopias de los bufettes que pronto llegarán a España. Y en esto, el gobierno está llendo a por uvas.

La inmediatez de la crisis internacional provoca que se requieran medidas globales, pero éstas son insuficientes porque los problemas españoles no son los mismos que en el resto de Europa: el paro, la inflación, la deuda hipotecaria, la falta de liquidez en las familias, nuestra desastrosa balanza de pagos, son algunas de nuestras principales rémoras que van a hacer que la crisis deje sangre en España.

Si Zapatero cree que todo está hecho porque se lo ha dicho Sarko, aviados estamos.

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