miércoles, 8 de octubre de 2008

Inyección de liquidez, pero con mis impuestos

El presidente del Gobierno, al igual que han hecho otros Ejecutivos, ha decidido inyectar liquidez a la banca con el fin de que den créditos a empresas y particulares. Según dicen, se trata de un problema de falta de liquidez en los bancos. Como siempre se han olvidado de la falta de liquidez en las familias y las empresas.

Las familias no piden créditos, no porque no se los concedan, sino porque tenemos unos tipos de interés disparados, una tasa de IPC altísima, y lo peor, una tasa de paro creciente y sin asomar la cima, lo que quita capacidad de endeudamiento a las familias y empresas y hace caer lo que los economistas llaman la propensión marginal al consumo, esto es, las ganas que tenemos de ir de compras, coeficiente con un valor entre cero y uno, y que ahora se encuentra, en España, cercana a cero, sobre todo en bienes de segunda o tercera necesidad. Ello repercute en el consumo de estos bienes y en nuevas operaciones de endeudamiento a largo plazo: pisos y coches, en el caso de las familias, o inversiones a largo plazo en las empresas, que luchan por sobrevivir para vender sus productos servicios en este entorno de caída del consumo.

En España, el problema reside en la economía real (en el último año limones +48%, aceite +21%, casi 2.6 millones de parados,..), y eso no ocurre en el resto de países que han adoptado esta medida, con tasas de paro inferiores e IPC contenido. El problema reside en que son las entidades financieras las que no se fían unas de otras, y por eso el tipo de interés interbancario, ése al que se prestan entre ellas el dinero, está por la nubes, lo que repercuten a sus clientes. Así, no es posible pedir un crédito.

El Gobierno, sí está para garantizar los depósitos, y lo pudo haber hecho antes, pero no lo hizo. Desde hace veinte años que se fijo el importe mínimo de veinte mil euros en Europa de garantía de depósitos. Esta cantidad no se actualizado ni siquiera su propio valor en el tiempo. En tiempos de Aznar, cuando el ciclo era expansivo, esta medida hubiera sido inflacionista y no existían indicios de calentamiento económico, ni la gente ahorraba, pero en los últimos dos años, los indicadores avisaban en España del calentamiento de nuestra economía y no se hizo nada. Sin embargo, aunque tarde, bienvenida la medida.

La línea de aval del Gobierno propuesta por el PP, sí parece una buena opción, porque entre otras cosas no implica un gasto directo y exige mayor observacia de cada operación crediticia. La medida del Presidente, inyecta dinero de los contribuyentes a los mismos que nos han llevado a esta situación, de esta forma se reduce la necesidad de fiarse del contrario y no acudir al mercado interbancario, y luego dicen que nuestros depósitos están asegurados.

Es obvio que la banca siempre gana, y con un Gobierno de izquierdas mucho más.

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