miércoles, 3 de diciembre de 2008

La violencia de género: herencia franquista

Sobretodo la realizada por inmigrantes. Cuando una mujer rumana, ecuatoriana o colombiana muere a manos de un rumano, ecuatoriano o colombiano, siguiendo las tesis científicas de la Ministra, esto esta relacionado con nuestro pasado franquista.

Franco murió hace más de treinta años, pero sigue muy vivo en las mentes de la izquierda. La guerra civil terminó hace setenta años, pero algunas mentes de la izquierda no lo desean y prefieren seguir luchando, y lo que es peor, pretenden que los jóvenes, nacidos todos en democracia, que no han conocido más que ocho años de gobierno del PP frente a veinte años de gobierno socialista, se unan a su lucha estéril, inútil y acomplejada.

Ha tenido que llegar Garzón para constatar que Franco había muerto, pero existen grupos que no lo aceptan: la extrema derecha falangista y la extrema izquierda del PSOE.

Iba a decir que, un análisis más serio de este tipo de violencia..., pero tengo que decir que, simplemente un análisis serio del tema nos lleva a que ni es la herencia franquista, ni es un machismo recalcitrante las causas de la violencia sobre las mujeres: es la falta de educación y el poder del fuerte sobre el débil.

Siguiendo con la violencia en el entorno afectivo, son las mujeres las que en mayor medida maltratan a menores y mayores, ¿es eso violencia de género? tal vez sí, porque son las mujeres las que en mayor medida la ejercen.

Si nos quitáramos algunos prejuicios de encima y nos acercáramos al tema con un espíritu científico, observaríamos que el perfil del agresor, hombre o mujer, es el de una persona de escaso nivel cultural y educacional. No hemos conocido en los medios de comunicación que muchas mujeres con estudios universitarios hayan muerto consecuencia del maltrato.

Por otro lado, parece que un aliado común de este tipo de situaciones viene dado por el fenómeno de la desestructuración familiar. Suelen ser las víctimas ex lo que sea de los agresores (exnovios, exmaridos, examantes, excompañeros, y e´x lo que quieran).

No parece que esta sociedad camine hacia la solución en origen: una mayor y mejor educación que permita a las mujeres independizarse económicamente y familiarmente de personas de dudosa racionalidad, y una mayor y mejor protección del entorno familiar.

El hedonismo imperante, el egoísmo, la falta de educación que provocan falta de oportunidades y solvencia económica, la promiscuidad reclacitrante, son los orígenes del problema.

El problema no es el machismo o la inmigración o los medios económicos. El objetivo no es el hombre ni el inmigrante ni el indigente. Señora Ministra, usted conoce el perfil del agresor o agresora. Tergiversar, además de poner en duda su capacidad científica, le hace caer en pecado mortal.

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