miércoles, 16 de septiembre de 2009

Incoherencias de la política económica del Gobierno

Mientras que la Unión Europea toma medidas que incidan sobre el consumo y la inversión, con una bajada de tipos histórica y con una inflación contenida, los diferentes países de la alianza deben fomentar una política expansiva del mismo signo.
La principal herramienta que tienen los gobiernos es la fiscalidad, y por ello resulta incoherente intentar aumentar la renta neta disponible de empresas y familias para formentar el consumo y la inversión, lo que redundaría en creación de empleos a medio plazo y disminución de la destruccción de empleo neto a corto plazo, y por otro lado, a través de subidas de impuestos disminuir esa renta neta disponible.

Esa es la razón fundamental que esgrime el Partido Popular para bajar los impuestos, lo contrario de lo que quiere hacer este Gobierno: mezclar medidas expansivas con medidas contractivas.

A priori no veo mal que se aumente la fiscalidad de los ahorros, para que estos afloren en el mercado no financiero, pero hay familias que han tenido que vender sus viviendas para obtener liquidez y comprar viviendas más baratas, y a esas personas no se les puede aumentar los impuestos porque han obtenido plusvalías, ya que esas plusvalías son para subsistir.

Por otro lado, se está haciendo que las empresas desembolsen el IVA de las facturas que emiten, muchas de ellas sin haberlas cobrado, y a su vez siendo las Administraciones Públicas las principales deudoras de ese IVA que reclaman.

Sigue además este Gobierno sin reducir el gasto público, y pide esfuerzo solidarios quien no ha reducido la financiación a partidos políticos, sindicatos o televisiones públicas. Y lo pide quien tiene exención fiscal sobre el 75% de sus ingresos brutos. Así yo también soy solidario.

Resulta preocupante que condonemos una deuda externa con bolivia sin ningún tipo de garantías ni de facilidades para que las empresas españolas puedan invertir allí. Más allá de eso se les advierte de que tendrán que ser socios de un gobierno populista. Y mientras condonamos deuda externa sin garantías, mientras se subvencionan los partidos, sindicatos, televisiones, el cine español y ONG´s de dudosa acción social, se pide esfuerzo al pagano de siempre.

Pero lo peor de todo es que no se atisba ni un proyecto, ni un equipo capaz de sacarnos de esta situación rápidamente. Más al contrario solo contamos con el liderazgo de un incompetente en materia económica, como es el Presidente, rodeado de aduladores y grupos de presión, más preocupados por mantener su status que por flexibilizar sus posturas en materia de legislación laboral. Triste panorama: más impuestos solidarios, mientras algunos siguen despilfarrando con el dinero de los demás.

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