lunes, 6 de abril de 2009

De la Semana Santa y otras Pasiones

Antonio Banderas en la procesión del Domingo de Ramos en Málaga: no es mal reclamo turístico. El Gobierno a punto de dar el "paso" hacia una remodelación que, dicho sea de paso, es bienvenida, aunque solo sea por incorporar nuevos aires, aunque sobre viejas, muy viejas y demostradas equivocadas recetas. Zapatero inicia su particular Pasión enmedio de la catastrófica gestión que hasta ahora viene llevando, por mucho que sean los demás los que tienen la culpa.
Estamos en Samana Santa. Permitan los no católicos respetar este tiempo de oración, sentimiento y cambio, que es eso justamente lo que significa la Pasión (paso), paso del hombre viejo al nuevo hombre, renovado, libre de cargas y pecados, un conveniente "reseteo" de malas acciones y prácticas que requieren análisis y oración.

Ruego a los católicos que esta semana no se dejen llevar ni por la idolatría ni por el fariseísmo, ni la fe ciega en la talla de madera, por muy bonita que sea ésta o aquélla Virgen, nuestra fe se basa en lo que los Pasos de Misterio representan y no por lo que son. Y menos, mucho menos fariseísmo, Sr Banderas. El auténtico cofrade se oculta porque la Pasión se vive en silencio, de forma anónima, donde las clases desaparecen, donde el rico y el pobre, el señor y el sirviente donde el socialista y el popular, todos son iguales, porque a lo mismo se asoman a la Semana Santa.

A los poderes públicos les pediría respeto. Sé que en estos tiempos de crisis es muy difícil no aprovechar los festejos religiosos para "hacer caja", no digamos nada de la caja que va a hacer la SGAE, que hasta de las piezas musicales anónimas hacen caja, pero al menos respeten los sentimientos de los que únicamente queremos esta semana mirar hacia adentro y buscar lo que conforme va pasando el tiempo cada vez queda más oculto.

Hoy quiero pedir perdón. Quiero pedir perdón a todos los que se hayan podido sentir molestos por mis pensamientos o comentarios. No voy a renunciar a mis principios pero sí pretendo no herir a los adversarios políticos, y quiero pedir por nuestros dirigentes, aunque no creo que sean los mejores, son los que tenemos, y me gustaría que tuvieran claro el objetivo de gobierno que, libremente y según su criterio actúen, y se presenten ante la sociedad dentro de dos años diciendo esto es lo que hemos hecho, ustedes deciden, pero que lo que hagan, lo hagan con criterio y no por rédito electoral (ya sé que es importante, pero no puede ser lo único). Que la política de signos no sea el eje de la acción política, y se avance en la sustancia, en el contenido.

A los ateos, agnósticos y demás personas no creyentes les pediría respeto hacia el que sí cree, y les animaría a acercarse a la fe por ellos mismos, sin intermediarios, que busquen a Cristo: Él les encontrará. Si no es así, al menos permitan que vivamos nuestra fe en paz. Sin reproches.

Por último, quiero pedir a los seglares, curas, sacerdotes, presbíteros, arciprestes, diáconos, Obispos y Arzobispos, prudencia. No animen a las personas a adorar tallas de madera, no permitan falsas celebraciones, no hagan ostentosos aspavientos, porque como saben y predican es Semana de todo lo contrario. Salimos a la calle y procesionamos, pero lo hacemos desde dentro y hacia adentro y lo hacemos en la calle porque en la calle está la Iglesia, la Ecklessía, la Asamblea, y todos participamos de la Pasión, pero eso no implica ni ostentar ni presumir (queridos costaleros), es celebrar juntos pero individualmente, y son ustedes, más que nadie, los que deben porque saben dar ejemplo.

A todos, esta Semana es una semana de renovación. Espero que sepamos aprovecharla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

“Ojalá hubiéramos podido hacer lo mismo con Franco”, se alegraba hace unos años Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces portavoz del PSOE, ante la orden de busca y captura de la Audiencia Nacional contra el dictador Pinochet. Mucho ha cambiado el PSOE desde entonces. Hoy el mismo juez, el mismo tribunal, persigue a idénticos torturadores, y es el Gobierno de Zapatero quien pone la zancadilla a través de su fiscal; igual que lo hizo Aznar con el suyo, cuando el acusado era Pinochet. Entonces era Eduardo Fungairiño el que se oponía a que se procesase al dictador chileno. Ahora es Cándido Conde Pumpido quien ha dejado claro que no colaborará con Garzón en la investigación de las torturas de Guantánamo, no vaya a ser que Obama se enfade.

Hace pocos meses, la ministra de Exteriores de Israel, Tzipi Livni, desveló a la prensa una promesa de Moratinos: España cambiará su legislación para que la Audiencia Nacional deje de molestar ahí fuera. Sin ley o con ella, la nueva doctrina es evidente.

La lección para el mundo cada vez es más clara. Si eres el líder de un país pobre, irrelevante, africano a ser posible, pisotear los derechos humanos puede llevarte ante la justicia internacional. Pero si los mismos o peores crímenes los cometen los mandatarios de esos ricos países que se sientan en la mesa del G8, su inmunidad está garantizada. “Hay que mirar hacia adelante y no hacia atrás”, dice Obama sobre Guantánamo con un argumento que para sí hubiese querido la defensa de Milosevic. George W. Bush puede dormir tranquilo. La justicia universal es sólo para los pobres.