lunes, 4 de agosto de 2008

Crisis en UPD: El triste destino de los partidos alternativos

Parece que andan revueltas las aguas en UPD. Algo similar se vivió en Ciudadanos, y podemos buscar antecedentes en el partido de Ruiz Mateos hace algunas décadas cuando salió elegido europarlamentario.


Si bien, los líderes de estos tres ejemplos presentan trayectorias muy dispares, sus formaciones políticas presentan un denominador común: el carácter mediático de sus líderes, que les permite una exigua representación pero que quedan ensombrecidas y terminan por hacer desaparecer el proyecto político.

El personalismo dentro de un partido político es algo muy peligroso, para el partido, claro, no para su dirigente estrella, porque se tiende a confundir el mensaje del líder con el proyecto político, y eso es antesala de muerte del partido.

Un partido político es una organización que agrega intereses en torno a una ideología de base que, en función de la coyuntura política establece un proyecto y que requiere de un equipo relativamente complejo.

Ese proyecto es necesario mostrarlo a la sociedad, comunicarlo, y a través de la conquista del poder, intentar llevarlo a cabo, y para ello es conveniente que el partido político cuente con un equipo encabezado por una persona con caracterísiticas concretas, que venimos denominando liderazgo.

El problema de estas formaciones tan personalistas es que ni tienen un proyecto global, por lo que no pretenden alcanzar el poder y por tanto no pueden llevarlo a cabo y que, desaparecido el líder, desaparecido el proyecto. Se conforman más como un grupo de influencia sobre la opinión pública que como un partido político.

Sin embargo estas personas, solas, no pueden conformar un partido. Requieren de apoyos, no solo de intención, sino económico, de dedicación exclusiva de personas que no son representantes y por tanto no reciben pecunio por lo que hacen, y por lo que parece las personas que dedican de forma desinteresada su tiempo y dinero en el proyecto, acaban por abandonar, porque no encuentran la recompensa esperada.

Los casos de Ciudadanos, que ha hecho bandera de la política lingüística, o de UPD, que a su vez la ha hecho de la polìtica antiterrorista, son similares, y el problema reside en que fuera de esos símbolos, la opinión pública no conoce posición sobre otros temas, como los económicos, política exterior, defensa, fiscalidad, inmigración o medio ambiente por citar algunos ejemplos, ni más equipo que sus líderes. es decir, logran representación por ellos solos y no por sus proyectos, y eso no es mantenible.

Y es que Rivera solo aparece en los medios cuando habla del catalán y el castellano, y Rosa Díez cuando solo habla de ETA, y esas banderas tienen las patas muy cortas porque los medios de comunicación, agentes indispensables en la transmisión del mensaje político, no puede mantener como noticiable siempre el mismo tema de discusión.

Rosa Díez, es una persona de pensamientos de izquierda, nacida, crecida y educada en la doctrina marxista leninista que tiene, por otro lado, un componente nacionalista claro dentro del orden constitucional. Pero al fin a la postre, de izquierdas, con esquemas de izquierdas y pensamientos de izquierdas, y que abraza la socialdemocracia: ésa es su ideología de base.

Hay que recordar que UPD surge como rechazo a los actuales dirigentes socialistas sobre la política antiterrorista llevada a cabo por este Gobierno, y tampoco se puede olvidar que Rosa Díez disputó la Secretaría General del PSOE a Rodríguez Zapatero. Es decir, es una socialista convencida que, derrotada ha optado por fundar una nueva formación que seguir la deriva en política antiterrorista de su expartido.

De ahí mi sorpresa cuando muchas personas cercanas ideológicamente al PP piensan en UPD como alternativa al PP. Yo les digo, que es alternativa a determinadas políticas del PSOE, pero no al proyecto del PP. Ven en Rosa Díez una caacterísiticas que no encuentran en Rajoy, pero eso es precisamente lo que hace que el PP sea un partido y UPD un embrión.

Pensar en UPD como "tercera vía" no es que sea prematuro, es que es directamente suicida. Rosa Díez, a la que se le debe reconocer coraje político, en un partido o fuera de él, influye con su opinión. Para hacer lo que está haciendo no necesita un partido, y por tanto no necesita de más personas, y eso es lo que parece que le están recordando desde sus filas.

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