lunes, 14 de diciembre de 2009

Prevaricación a cuenta del independentismo

Nunca una campaña publicitaria salió más barata a aquéllos que desean y enarbolan la independencia de España. Un conjunto de Alcaldes y líderes de formaciones antisistema convocaron ayer a unas 700.000 personas (según las normas de nuestro sistema electoral), más, teniendo en cuenta que menores de dieciocho años votaron, para expresar su deseo de independencia del Estado colonialista que es España.

Los instigadores saben que la consulta es ilegal, por supuesto no es ni puede ser vinculante, pero es una plataforma excelente para que los voceros de los independenitistas consigan una fenomenal campaña publicitaria.

A diferencia de lo que opina el PP, no creo que estos partidos y grupos de presión hayan utilizado este mecanismo para forzar al Tribunal Constitucional a cuenta de su no sentencia sobre la Reforma de Estatuto, entre otra cosas porque la consulta lleva programada desde hace meses y nadie suponía entonces que el TC iba a seguir haciendo dejación de funciones. Además, tampoco creo que esta llamada al independentismo ayude a la verdadera causa catalana, que no es la independencia sino la autosuficiencia.

Los catalanes saben que independizarse de España no solo es inviable jurídicamente y socialmente, sino económicamente, que es al final lo que más les importa a sus dirigentes políticos.

Lo que sí desean es la plena autonomía. Es decir, que el Estado siga sufragando los gastos de una política cien por cien autonómica. Yo manejo los fondos generados en Cataluña y además dispongo de unas prestaciones de seguridad social españolas, una defensa española, una lucha contra el delito organizado española y... una liga de fútbol española (no quieren que el Barça juegue contra el Palamós o el Sant Sadurní).

Apelando a unos indefinidos hechos diferenciales y a unos autoproclamados derechos históricos, la clase política catalana prefiere autogestionarse en política interior y relaciones internacionales, pero que el resto de españoles paguen el coste de un Estado fuerte, y utilizan a unos paletos catalanes, muchos de ellos descendientes de jienenses, malagueños o cordobeses, que reclaman para sí que se les reconozca la independencia en virtud de los derechos históricos. Ya me dirán qué Historia es la catalana sin la emigración andaluza, valenciana, balear o aragonesa y sin su pertenencia a la Corona de Aragón, primero y a España siempre despúes (excepto un brevísimo periodo de meses durante la guerra de independencia con Francia, por la que prefirieron ser franceses a españoles, pero nunca independientes. Así, se llamaba a Cataluña la Coblenza del Sur.

Pero al final de toda esta alaraca y despliegue de medios informativos, lo que ha quedado es una fenomenal campaña publicitaria pagada con fondos públicos. Se ha realizado una consulta ilegal a sabiendas con fondos públicos. Todos los catalanes pertenecientes a esos municipios, incluido el 70% que no ha votado, han pagado este esperpento político.

¿Se decidirá alguna fuerza política a denunciar por prevaricación a estos Alcaldes? No lo creo, las elecciones catalanas están muy cerca y nadie quiere asumir ese coste.

2 comentarios:

Rafael del Barco Carreras dijo...

ELECCIONES, CONSULTAS O REFERÉNDUM POR LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA.
EL 30 POR CIENTO.

Rafael del Barco Carreras

Hasta el nombre se manipula, y es que cuando se trata de sentimientos encontrados, a las palabras, y hasta los hechos, cada uno les da el significado al que de antemano pretende llegar. Todos contentos, y los más… con mosqueo. Cuesta poco hacer feliz a la gente, lo malo es cuando en la euforia de la felicidad se acaba a garrotazos. Julio II decía que las masas ni de obispos.
Yo convocaría esas… lo que sea, en Barcelona. Ganarían todos… menos la INDEPENDENCIA, y contando con que el personal está muy cabreado por la crisis. Pero sobre esa CRISIS cabría otro referéndum para centrar sus causas, y los culpables no son otros que LOS DIRIGENTES, incluidos CATALANISTAS de Izquierda y Derecha, que llenándose los bolsillos construyendo para un mercado inexistente han acabado con el ahorro nacional y endeudado el País, Cataluña y España, hasta límites irracionales. ¿Y cómo se partiría esa factura?... porque que pague Madrid, ya sucede, pero que pueda pagar hasta que se amortice el inmenso desaguisado, es harina de otro costal. Europa se está cansando de inyectar inútiles euros que acaban en circuitos, blancos y negros, no productivos, aguantando una situación insostenible, de quiebra, o “corralito”, si no existiera el euro.
De convocarse, se deberían convocar ELECCIONES o REFERÉNDUM para abrir la DEMOCRACIA, primarias y listas abiertas, limpiando el campo, y acabando con el “atado y bien atado”, convertido en el coto para unos conciliábulos de política y negocios inexpugnables, LOS CULPABLES. Cuanto menos se conseguiría una realidad política DEMOCRÁTICA donde sentimientos e ideas compitieran sin tapujos.
Los independentistas están contentos, como en todas las elecciones siempre ganan todos. “Después de la Independencia entramos en EUROPA Y EL EURO, y Cataluña el Paraíso o Jardín de las Delicias”. “Pero oiga que si en la Cataluña Profunda solo han votado el 30 %... eso significa que a los demás ese paraíso no nos interesa”. Silencio… y vuelta a empezar lo que se inició en mi ciudad (nacimiento circunstancias de una guerra), Manresa, adelantado el siglo XIX, y cuyo techo, es el que es… máximo un 30%, la “SEBA”.

Nacho dijo...

Lo admito, la derecha tenía razón: España se rompe. Hay Comunidades Autónomas que desprecian las leyes que aprueba el Congreso de los Diputados, que están en permanente estado de rebeldía frente al Gobierno, que aprovechan cualquier oportunidad para pisotear la convivencia. No hablo de Catalunya ni tampoco de Euskadi: me refiero a Madrid o a la Comunidad Valenciana, de donde llega el enésimo episodio de independentismo popular. De los creadores de “Educación para la Ciudadanía, pero en inglés”, llega ahora otro título de los de reír por no llorar, una tragicomedia donde el cabo no come para que se joda el capitán. El Gobierno de Camps rechazará las ayudas económicas para equipar con portátiles a los colegiales valencianos porque “el ordenador que ofrece Zapatero puede provocar miopía a los niños”.

La frase, literal, sale de la preclara visión del conseller de Educación de la Comunidad Valenciana, Alejandro Font de Mora, que argumenta –citando un estudio que ha pagado la propia Generalitat valenciana– que las pequeñas pantallas de estos portátiles, de 10 ó 12 pulgadas, son dañinas para la vista; algo que, de ser cierto, debería ser motivo para prohibir cuanto antes todos los teléfonos móviles del mercado, cuya pantalla no llega ni a la quinta parte de ese tamaño.

Font de Mora es el mismo conseller que mantiene a un amplio número de colegiales valencianos dando clase en barracones, lo que debe de ser excelente para el desarrollo de su sistema inmunitario. También es quien retiró las subvenciones para los libros de texto, probablemente para evitar problemas de espalda a los pobres alumnos, que así no tienen que cargar con tanto peso. Pero no quiero ironizar con la seria amenaza que supone la miopía infantil para toda la sociedad. Estos niños más tarde crecerán, y puede que después se conviertan en ciegos políticos.