martes, 17 de noviembre de 2009

¿Quién se lo va a contar a la familia de Miguel Ángel Blanco?

Estamos viviendo un momento político caraterizado por la mediocridad y la avaricia de poder de los dirigentes. Los partidos políticos se entrometen cada vez más en la vida de las personas, a través de un fenómeno que la profesora López Nieto tilda de cartelización de los partidos, y se pregunta, con acierto, si estamos asistiendo a la italianización política de España.

Hace años que, desde España asistimos con espanto al quebranto político que viene sufriendo Italia, desde la elección para el Parlamento italiano de la actriz porno Cicciolina, a los devaneos amorosos de Berlusconi, pasando por los escándalos económicos de algunos de los Presidentes de la República italiana que más años han estado al frente de la política de aquél país mediterráneo, tan parecido a nosotros en tantas cosas.

Sin embargo, los casos de corrupción política en España, que no se recordaban desde la última epoca del gobierno González, nos advierten que la premisa máxima de la Política, entendida como lucha por el poder, se ha transformado, en rojo o en azul, en un uso torticero de los resortes del mismo, para el enriquecimiento personal o, en el mejor de los casos, para la perpetuación en los cargos.

Si bien disgusta cómo algunos caciques locales se enriquecen ilegalmente, asusta cómo legalmente, los órganos de poder españoles pueden torcer la voluntad soberana de los ciudadanos. Los últimos escándalos legales a los que estamos asistiendo son, por una parte, la negativa del Tribunal Constitucional a sentenciar el Estatuto de Cataluña, y por otra la gestión político- legal del secuestro del atunero que se supone español.

El Alakrana es un barco pesquero que, en aguas internacionales sin pabellón de ningún Estado reconocido, pescaba ilegalmente y es víctima de un ataque pirata. El Estado español debe cumplir con su obligación, que no es otra que defender a los ciudadanos españoles que se encuentran en peligro.

Ya desde el principio, desde el Gobierno se adivinaba que la negociación iba a ser larga, y ahí se evidenciaba el ánimo que tenía. Traer sanos y salvos a los pescadores, a cualquier precio.

Traer a los españoles sanos y salvos es la obligación de todo Gobierno, el problema es la segunda parte: a cualquier precio. Los piratas saben, vaya usted a saber cómo, que este Gobierno negocia con piratas (deben conocer lass negociaciones con terroristas), y si el Gobierno en sus gestiones comete supuestos errores, ya se encargará de mover los resortes del poder para torcer nuestro sistema legal para enmendar la situación, lo que da cuenta del tipo de goberantes que nos asisten.

En otros tiempos no muy lejanos, España vivió un chantaje similar: el secuestro de Miguel Ángel Blanco, por el que ETA pretendía negociar con el gobierno Aznar para que liberaran a presos de ETA a cambio de la vida del joven concejal popular. España se echó a la calle como nunca lo hizo antes y como nunca lo ha vuelto a hacer. El Gobierno no amedrentó y el concejal fue ejecutado por los asesinos etarras. El concejal murió, pero España se hizo más fuerte. Su familia, dentro del dolor, comprendió que su interés personal no iba a ser el elemento decisor del Presidente que debía velar por todos los españoles y no por uno en particular.

¿Quién le va a contar a esta familia heroica que Miguel Ángel Blanco murió en vano?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Familia heroica? que han hecho de heroico? vivir de ello?

Alfonso Fernández Álvaro, Ingeniero Informático y Politólogo dijo...

Heroica porque también pudieron intentar influir en la decisión del Presidente cuando toda la opinión pública estaba de su lado. Y cuando mataron a su hijo y hermano le dijeron al Presidente que hizo lo que tenía que hacer. ¿A ti te han matado un hijo o un hermano?¿Has sido víctima directa de un atentado?¿Cómo te atreves a decir que viven de la muerte de su hijo? Haces muy bien en esconderte con tu nick como anónimo. Cobarde y despreciable ser.

Anónimo dijo...

Joder, tantos años que han pasado y nadie se lo ha aclarado? Pero hombre, ellos ya lo sabran, no van a ser tan cortos.